Por el rotundo éxito que en cuatro meses cosechó la celebración de bodas civiles en el romántico escenario del Rosedal, donde ya dieron el sí 49 parejas, la Municipalidad organizó ahora una votación para que los rosarinos elijan un nuevo espacio público donde poder casarse. Las alternativas son la Rambla Catalunya, el Acuario del Río Paraná o el Bosque de los Constituyentes, opciones que habrá que seleccionar hasta el 2 de marzo a través del portal Rosario Participa. Según contó el director provincial del Registro Civil, Gonzalo Carrillo Herrera, al autorizarse la modalidad de estos casamientos en enclaves urbanos emblemáticos se sabía que iba a haber una altísima demanda, "pero nunca de tal magnitud", hecho que se confirma cada vez que, un día al mes, se otorgan los números. Para obtener uno, los futuros contrayentes "hacen cola desde la madrugada".
Aunque estas bodas civiles con aires colectivos y en espacios públicos se puedan pensar como la contracara de las que se hacen con presencia de un juez de paz en fiestas estrictamente privadas, Carrillo Herrera no las contrapone y mucho menos las caracteriza como prácticas socialmente distintivas.
"De este nuevo tipo de ceremonias participan todos los sectores sociales y gente de todas las edades", sostuvo el funcionario, quien ahora acaricia la idea de replicar la experiencia en otras ciudades de la provincia, entre ellas Santa Fe, Rafaela, Reconquista y Venado Tuerto.
"Y especialmente me encantaría hacerlas en Esperanza, porque es donde se celebró el primer matrimonio civil en Argentina, lo que dio origen también a la primera ley", afirmó (ver aparte).
A nivel local, la innovación de llevar las bodas a espacios públicos y además abiertos, preparando un "escenario" ad hoc, con sillas blancas, un gazebo y un escritorio donde se firman las actas ante el juez, surgió a propuesta de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público municipal, que firmó un convenio con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia y el Registro Civil.
Hasta ahora el único lugar habilitado para los casamientos, donde ya se celebraron 49 (a razón de doce por vez, a excepción de uno que tuvo trece), es el remozado Rosedal del parque Independencia, colmado de las flores que le prestan su nombre.
Allí dieron el sí parejas hetero y homosexuales, de mucha edad y muy jovencitas, pobres y ricas, que después hacían fiesta o se iban a su casa. "Porque hay una historia detrás de cada caso, podríamos armar un libro de historias maravillosas", contaron en la secretaría.
¿Pero por qué fue Ambiente la repartición que tomó a su cargo la organización de estas bodas?
La titular del área, Marina Borgatello, explicó a La Capital que al formular esa propuesta se trabajó sobre dos líneas.
Por un lado, en la "puesta en valor de esos espacios en términos físicos y, por el otro, en la promoción de su uso para favorecer su apropiación social".
En el caso del Rosedal, por ejemplo, primero se instaló un sistema de riego y una nueva iluminación, y se implantaron siete mil ejemplares de 37 especies con el objetivo de elevar el "valor paisajístico".
Luego, con "la misma intensidad, se trabajó sobre lo inmaterial a nivel de los usos": allí surgió la idea de celebrar casamientos y se organizó un ciclo gratuito de jazz. La gente respondió con creces.
Complemento
Borgatello coincidió con el director del Registro Civil de la provincia en señalar que se trata de una elección que atraviesa todas las clases sociales y que no se contrapone, sino que se complementa, con las opciones de casamientos más tradicionales, como las que se concretan en las distintas oficinas del Registro Civil en los centros de distrito o con el traslado del juez al salón de fiesta.
Ahora se ampliarán las opciones con un nuevo escenario que la propia gente podrá elegir. "Los tres son lugares de enorme valor paisajístico", señaló la funcionaria.
Como la Rambla Catalunya, el flamante Acuario está ubicado junto al río, con el que Rosario tiene una relación muy estrecha y particular.
"Y todos sabemos del encanto de casarse en una playa", señaló Borgatello.
Sobre el Bosque de los Constituyentes, en tanto, detalló que es un lugar "muy inexplorado, es de una belleza natural única".
Hasta ayer ya habían optado por alguno de esos futuros escenarios casamenteros casi 300 personas y quienes quieran hacerlo tendrán tiempo hasta el viernes 2 de marzo.
Por razones climáticas las bodas al aire libre se interrumpirán en abril, pero en septiembre sumarán el nuevo espacio más votado.
Desde entonces habrá dos celebraciones por mes.