Cerrados desde hace exactamente nueve meses, los cines de Rosario ya tienen todos los protocolos acordados para volver a abrir sus puertas y aguardan que la provincia pida la autorización nacional que los devuelva a la actividad. Entre las modificaciones introducidas se cuentan cantidad limitado de espectadores, asiento numerado, distanciamiento, trazabilidad, control térmico y limpieza de manos al ingreso, barbijo obligatorio, compra online de entradas y comida, horarios con espacios para no aglomerar a la entrada y la salida y ventilación especial.
En cuanto a la restricción de capacidad, se está hablando de usar entre un 30 y un 50 por ciento de la sala, y deberán dejar intercaladas una fila para público y otra vacía, así como un espacio de 1,5 metro hacia los costados. Grupos familiares podrán sentarse juntos, ocupando hasta seis asientos contiguos.
Las salas deberán establecer un cronograma de funciones y horarios espaciados que evite la congestión de público asistente al ingreso y egreso de las funciones, y deberá respetarse el distanciamiento en esos momentos. La entrada a la sala se dará por orden de llegada a la fila que le corresponde a cada persona, y la salida será por grupos de ubicación comenzando por los más cercanos a la puerta.
En tanto, promoverán la compra online tanto de entradas como de productos comestibles (candy bar, pochoclos) y el pago con tarjeta en lugar de efectivo, así como el uso de máquinas autoservicio (gaseosas) que serán debidamente limpiadas con asiduidad.
Además, se deberá implementar un sistema de trazabilidad, tanto para público como para personal, con control de temperatura y lavado de manos al entrar. Sobre la ventilación, recomiendan abrir ventanas y permitir que el aire circule de forma cruzada, evitar los ventiladores, aplicar filtros de aire de alta eficiencia y hacer mantenimiento a los equipos de aire acondicionado.
Según informaron desde la Secretaría de Desarrollo Económico y Empleo del municipio, en los últimos días mantuvieron reuniones junto a Salud y Cultura con los representantes de complejos cinematográficos de cadenas nacionales y locales Showcase, Cinemark Hoyts, Cinepolis y Monumental.
En el encuentro se terminaron de acordar las medidas sanitarias y los cines ya tienen todo listo para abrir, pero necesitan la habilitación del gobierno nacional, que debe ser solicitada por el gobernador, Omar Perotti. Fuentes del Ministerio de Gestión Pública provincial informaron que el pedido aún ha sido viabilizado. Entre Ríos logró ese permiso para que las salas vuelvan al ruedo desde el jueves pasado, tan solo dos días después de haber elevado la solicitud.
Situación crítica
Los empresarios del rubro señalan la alicaída situación de un sector que será uno de los últimos en abrir y viene con facturación cero desde el 18 de marzo. “Ya habilitaron al casino, y por razones lógicas deberían hacer lo mismo con nosotros. Hay muchas actividades más peligrosas que el cine, tenemos la leve esperanza de que dejen trabajar al sector con la cantidad de empleados que tiene”, dijo a La Capital Adrián Ortiz, director de contenidos del Nuevo Monumental. El rubro sostiene en Rosario a 350 familias de modo directo y otras 150 de modo indirecto.
En el caso de Monumental, Ortiz recordó que “los socios rescataron el cine en enero 2018, cuando se hizo una inversión millonaria que no se llegó a recuperar antes de la llegada de la pandemia. Necesitamos una ayuda del Estado porque no la tenemos amortizada como las cadenas, y venimos con los números en rojo con los nueve meses de parate, ni hablar si llega una segunda ola”, se adelantó.
Por el momento, han recibido la ayuda de los ATP para los trabajadores, pero en cuanto a los gastos fijos debieron hacer un acuerdo de pago con los propietarios del enorme inmueble de San Martín y San Luis, debieron sacar préstamos y endeudarse.
En cuanto a películas, el director de contenidos afirma que cuando vuelvan tendrán suficiente cantidad para el la temporada estival. “Hay algunas que quedaron en la ventana entre que se paró la producción y lo que se pasó a plataformas de streaming. Estimamos alrededor de 60 o 70 títulos que habría disponibles para trabajar durante el verano”, aseguró. Sin embargo, ve mucha incertidumbre en el futuro de la actividad: “Estamos empezando a funcionar casi últimos, la gente tiene un poco de miedo, tenemos la competencia de las plataformas, y las restricciones pueden ser muy crueles”, enumeró. “Siendo sinceros, tenemos más dudas que certezas. El cine es un hábito, y un año sin tenerlo es duro. Esperemos que el público lo extrañe y nos sorprenda”, se esperanzó.
“Esta industria va a quedar muy dañada”
El director general de Showcase, Oscar García, admitió que están “con angustia por no poder estar abiertos, pero con la esperanza de que podamos empezar a abrir”. Advirtió que la situación es crítica, con nueve meses sin un centavo de ingreso, asumiendo todos los gastos fijos de mantener las estructuras inmensas que poseen. “Si no tenemos la posibilidad de abrir pronto, va a haber cines que tendrán muchas dificultades y terminarán cerrando; quizás no nosotros, pero otros más chicos sí, y la industria va a quedar muy dañada.
En este sentido, marcó que el cine no solo contiene a la exhibición, sino a otras patas que también generan muchos puestos laborales, como la distribución y la producción. “De cada entrada que vos pagás en un cine, un 10 por ciento es para el fondo de fomento del Incaa que subsidia películas nacionales, y todo eso se dejó de percibir”, señaló. Se declaró “alarmado” por el hecho de que “estén abiertos los teatros, los bingos, los albergues transitorios, restaurantes y los cines no”, situación para lo que considera que “no hay explicación ni respuesta razonable de las autoridades”.
Por último, anticipó que “para enero hay muy buenas películas”, como Tenet (de Christopher Nolan), Los Nuevos Mutantes (de Marvel distribuida por Disney), Los Croods 2, Mujer Maravilla 1984, y una comedia nacional de Natalia Oreiro. Por eso, afirma que “es imperativo que podamos abrir y aprovechar”. “Si no abrimos lo vamos a perder, va a pasar directo a la pantalla chica. La gente se va a perder de verla en el cine, nosotros de recaudar y el Estado de percibir los impuestos”, cerró.