“Abrió sus puertas a la ciudad, muchos amigos se reunirán. Cuántas historias se contarán, y que terminan en un café. Noches de viernes y de amistad, viejas nostalgias del barrio aquel. Tus mesas siempre dirán que sí, tu escuela nunca se acabará. Durando, club de amigos, las pelotas y algo más. Durando, con tus noches aprendimos a soñar. Que siempre juntos puedan estar los que crearon tu identidad”. Así reza la marcha del Club Durando, creado por un puñado de amigos hace 35 años, que todos los viernes del año se juntaban a comer, beber, reír y emocionarse con viejas anécdotas. Todo esto hasta que llegó la pandemia del Covid-19 y, por el aislamiento social obligatorio, ya no pueden hacerlo.
Además, el Día del Amigo es un día especial para los socios de este club ubicado en la esquina de Castellanos y pasaje Suarez, a metros de Pellegrini. También será especial porque la pandemia no permitió que pudieran despedir a Enrique, autor de la marcha, que falleció hace unas semanas.
Como no pueden reunirse, a algunos socios se les ocurrió hacer para las fechas patrias locro, paella y arroz con pollo, que ellos mismos compraron para recaudar algo de dinero para pagar el alquiler y los impuestos. Para este Día del Amigo hay más de 35 docenas de empanadas que cada uno saboreará mañana con sus familias.
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otros tiempos. Los encuentros antes de la pandemia por el Covid-19.
Los cuadros con fotos de algunas de las más de 1.600 reuniones resumen la historia del Club Durando. Uno de sus socios fundadores, Miguel Di Stefano, contó a La Capital: “La primera vez que nos juntamos fue el 25 de mayo de 1985, en una parrilla de acá a la vuelta. Y ahí empezó todo. Primero éramos del barrio, pero después se fueron sumando amigos de otras zonas. Al tiempo alquilamos la casa que era de mi familia y ya no paramos más. Ahora somos alrededor de 20 y en algunas fechas especiales somos hasta 50. Todos los viernes del año nos juntamos a comer”.
Hasta hace unos años se dividían en tríos para hacer las compras y cocinar, pero ahora tomó la posta Omar Primo, el chef del club. “Antes comíamos asado casi todos los viernes. Pero como a mí me gusta mucho cocinar, ahora nuestro menú es más variado. Paella, locro, pollo al disco, milanesas napolitanas, pastas, pizzas y empanadas caseras son algunos de los platos que preparo, siempre con la ayuda de Luisito, el Alemán, Emilio, Gustavo y algunos otros que llegan temprano. Después se suman “los pibes”, Miguelito de 87 años, Antonio de 97, Rubén, y Oscar, Luis, Carlitos, Francisco, Julio, Angel, Alejandro, Walter, Juan, Tito, José Luis, Miguel, Franco, Adrián (Halcón da Noite), José, el otro Rubén, el otro José, Daniel, Hugo y Claudio, que ya superaron los 50 años”, contó Primo.
“Esta pandemia nos encuentra separados, pero unidos por nuestra amistad. Estas empanadas las vamos a comer el Día del Amigo a la noche, como siempre. Pero esta vez cada uno en su casa, con su familia. También es una manera de estar juntos. Salud, amigos”, resumieron los cocineros.
Extensivo
El Club Durando fue ampliando los homenajes. Desde hace unos años, las madres festejan allí su día y, además del aniversario del club, los “duranditos” hacen una chopeada para fin de año donde van las familias. La reunión se hace en la vereda, con música, sorteos, baile y guitarreada. Cada uno de los socios invita a sus amigos y se han juntado hasta 150 personas. Una vez fue invitado Aldo Pedro Poy, quien festejó sus 60 años junto a estos locos lindos.