Los superhéroes no existen. Existen los héroes o antihéroes anónimos. Y si no, hay que preguntarle a Gerardo Ferrari, un entrenador de running que el pasado lunes salió a correr para despejarse por una cirugía que lo tenía preocupado y terminó salvándole la vida a una mujer embarazada, que se había desvanecido en las inmediaciones de las Cuatro Plazas, de barrio Belgrano. Destaca que el curso de RCP que hizo en la Municipalidad fue fundamental darle los primeros auxilios a la mujer hasta que llegó una ambulancia. Hoy, mientras se recupera de una operación por un tumor en el rostro, quiere saber cómo se llama y cómo está después de semejante ayuda en plena calle.
“Me gustaría saber cómo se llama y cómo está”, le cuenta Gerardo Ferrari a La Capital a seis días de socorrer a una mujer de la cual cree que se llamaba Nancy, de acuerdo a lo que la mujer “alcanzó a balbucear”. Sí sabe que estaba embarazada por la fisonomía del abdomen y que, una vez que llegaron dos ambulancias, los médicos comprobaron que era diabética.
Lo cierto es que el lunes al mediodía, Gerardo salió a correr desde el barrio Tierra de Sueños II hacia el lado de Rosario. Iba con la cabeza a mil, producto de una cirugía que tenía al otro día por un tumor en el arco superciliar de la cara. En eso, notó que a la altura de las Cuatro Plazas, por calle Mendoza, una mujer se desplomó. “Venía del lado de Funes para el centro y en un momento miro para el costado y veo que se desploma una mujer. La verdad que ni lo pensé y comencé a practicarle RCP, mientras les pedí a unas chicas que me ayudaran y llamaran a una ambulancia”, recuerda Gerardo.
“Fueron dos milésimas de segundo -recuerda como si fuese ayer-. Por la panza me di cuenta que podía estar embarazada. Y cuando llegaron los médicos le tomaron muestras de sangre y notaron que era diabética. Se ve que se descompuso por eso”. Y acota: “Me gustaría saber quién es y cómo está, creo que le entendí Nancy, por lo que alcanzó a decirme mientras balbuceaba”.
Hoy, a seis días y mientras cursa un postoperatorio por una cirugía que le demandó dos operaciones, puesto que en la primera intervención sufrió un principio de ACV. Sin embargo, destaca: “Si tengo que volver a hacer esto, lo haría 90 veces”.
Sin embargo, su proeza la mantuvo en secreto. Volvió a su casa como si nada hubiera pasado y lo hizo por miedo a que no lo quieran operar por intervenir de esa manera en medio de la pandemia de coronavirus. “La verdad que fue un poco de locura de mi parte y pasó lo que pasó; no quise decir nada por miedo a que no me operen, pero después que salí del quirófano nos empezamos a enterar por las redes sociales”, recuerda.
“Me enteré de casualidad por las redes sociales porque no había dicho nada. Como lo operaban el otro día tuvo miedo”, reveló Paula, su compañera de vida, quien aún está agradecida por haberle salvado la vida a esa mujer en plena calle.
Un curso necesario
Gerardo piensa que “nunca” iba a pasar por la situación que le tocó vivir el lunes al mediodía. Y por eso agradece haber hecho un curso de RCP en la Municipalidad. “Hicimos varios cursos, pero nunca pensamos que nos podía llegar a pasar”, se sinceró. Y propuso que estos cursos "sean de carácter obligatorio por la importancia que merecen".
Desde hace casi 9 años, Gerardo y Paula conducen el grupo Halcón Running en el parque Scalabrini Ortiz y en la zona de La Florida. Y desde hace un mes arrancaron con otro grupo de entrenamiento en Tierra de Sueños 2, donde viven. Ahora quieren conocer a esa mujer para contarles que ambos siguen adelante pese a las adversidades.