Gerónima Benítez, vecina de barrio Tablada, perdió a su hijo Emanuel, de 17 años, asesinado el 22 de enero pasado. El chico atravesaba un consumo problemático de drogas y además participaba de una banda dedicada al narcomenudeo en la zona de Grandoli y Biedma, donde vivía y donde lo mataron a balazos. Hoy su mamá tiene un proyecto: abrir un merendero en su casa que también sirva como un espacio de encuentro para jóvenes del barrio.
"Yo a este dolor lo quiero sanar hablándole a los chicos, dándoles cariño", contó Genónima a La Capital, y siguió: "Le han truncado la vida a los 17 años. Mi hijo estaba en la adicción. Procuramos mucho ayudarlo, sacarlo del vicio, de esa enfermedad. Y no conseguimos, golpeamos puertas en tribunales, fiscalía, Niñez y Adolescencia, pero lastimosamente no pudimos. Ahora me quedé sin una parte de mi corazón".
"Ema", como le decían sus allegados, tenía 17 años cuando el 22 de enero pasado lo mataron de al menos cinco balazos a dos cuadras de su casa. Había transitado por intervenciones de distintas áreas estatales que no pudieron contenerlo. Ya hacía algunos años que participaba de un grupo del barrio dedicado a la venta de drogas, a través de la cual no solo tenía acceso al consumo sino también a armas de fuego. Acaso el contexto que marcó su trágico devenir: la noche en que lo mataron salió a comprar cigarrillos y dos jóvenes en moto lo sorprendieron a los tiros.
Su hijo fue asesinado y hoy quiere abrir un espacio de encuentro para jóvenes del barrio
"Seño, no llego a los 20, hace un par que lo vengo pensando, me matan antes", le había dicho Ema a Silvana D' Amelio, una militante social del barrio, de profesión psicóloga y trabajadora de la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia. Eso fue en 2017, cuando Ema tenía 12 años.
Hoy Gerónima tiene un deseo y es crear en su casa de Grandoli y Biedma un merendero para chicos del barrio. En estos días ya comenzó con algunas jornadas de entrega de merienda, pero para continuar con su proyecto necesita algunos elementos. Por eso apela a la solidaridad de la ciudadanía y al apoyo de las áreas del Estado municipal o provincial que puedan garantizar el acceso a alimentos.
>> Leer más: "Seño, no llego a los 20, me matan antes": el presagio de un chico asesinado a los 17 años
"Mi proyecto es abrir y utilizar este espacio que tenemos acá para hacer un merendero. En primer lugar es hacer copas de leche, entregando mate cocido con torta fritas, incentivar a los chicos para que tengan un alimento caliente", contó Gerónima. "Con el tiempo ir ampliando para hacer actividades acá, para que los chicos tengan un espacio donde encuentren contención", agregó.
"Yo no quiero quedarme con mi dolor, sino canalizar mi dolor en amor. Amor hacia estos chicos que están carentes de amor, de un plato de comida caliente. Ver la forma de sacarlos de la calle", contó la mujer. "Lo que estoy necesitando es un horno, una heladera para que pueda mantener el alimento fresco. Tengo mis dos manos que quedaron vacías por la pérdida de mi hijo, pero quiero trabajar con estas manos para darle amor a los otros chicos y que no haya más otro Emanuel", agregó.