Rosa Ferreyra tiene 56 años y vive en Puente Gallego, una de las zonas más humildes de la ciudad. Ella sabe lo que significa superar obstáculos a diario. Desde pequeña tiene diabetes. Siendo joven perdió la visión del ojo izquierdo a causa de un glaucoma y ahora está a punto de quedarse ciega, ya que no puede acceder a la intervención que podría salvarle “el ojo que está un poco más sano”.
En el sector público de la salud tienen el personal idóneo, pero no cuentan con los elementos indispensables para la operación que necesita Rosa, entre ellos, un lente intraocular plegable y materiales especiales por las condiciones previas de la paciente.
Sus compañeras de la vecinal Sargento Cabral cuentan, con angustia, que el objetivo es conseguir que la operen en algún lugar, sin costo. Si eso no ocurre intentarán reunir la plata. “Es una mujer excepcional, siempre queriendo colaborar con el barrio, pero cada vez puede hacer menos cosas porque casi no ve, ella está sola y no tiene familia, nosotros somos su respaldo”.
Ya el año pasado, ante las dificultades que empezó a presentar la mujer, Carina Ríos, presidenta de la vecinal y otras integrantes de ese espacio, empezaron a trabajar fuertemente en el tema y a averiguar cómo podían ayudar a Rosa para que no pierda por completo la visión.
“Siempre la acompañamos y ella es una señora muy presente, muy buena, con gran voluntad. Incluso en plena pandemia, cuando seguimos sirviendo comida a los vecinos, Rosa se acercaba a dar una mano pero nos daba miedo de que le pasara algo por su condición. La verdad es que nos da una pena inmensa que esté así: ella necesita esa operación de manera urgente porque los médicos ya dijeron que si no la intervienen rápido a fin de año no ve más”, contó Carina.
Las compañeras hablaron con los jefes de los centros de salud de municipio y provincia. Así se enteraron de que en el Hospital Centenario tienen experiencia en la operación que precisa Rosa y personal capacitado pero “lamentablemente nos dijeron que no cuentan con los elementos que precisan para esta operación porque son muy costosos”.
“Nosotras movimos cielo y tierra. Recurrimos al Club de Leones que nos contactó con varias clínicas. Tenemos los presupuestos de las privadas, pero en un mes pasaron de 220 mil a 250 mil pesos y va a seguir aumentando porque lo que tienen que ponerle se cotiza en dólares. Tenemos todos los papeles para quien quiera verlos y nos desespera no poder hacer nada. Por eso queremos saber si la gente nos puede ayudar, si alguna clínica la opera o si entre todos los rosarinos ponemos algo de plata y conseguimos el dinero para la operación que le va a cambiar la vida”, enfatizó Carina, presidenta de la vecinal.
En riesgo
"La situación es una de las tantas que se viven en los barrios. Ojalá uno pudiera dar una mano a todos, pero esto nos toca de cerca y es lo que podemos mostrar para sensibilizar y que se tome conciencia”, dijo la mujer.
Rosa “se merece el apoyo de todos”, relató Carina, quien hace unos meses le consiguió un bastón para que pudiera transitar por el barrio sin caerse.
Antes de quedarse prácticamente sin visión, Rosa vendía viajes a comisión en su casa, pero dada su condición actual, que le impide todo tipo de trabajo, vive de un subsidio de discapacidad y de la ayuda de la vecinal Sargento Cabral.
“Es importante que todos acá en Puente Gallego conozcan lo que le pasa para que la ayuden si ella tiene dificultades cuando sale", agregó Carina.
El teléfono de Rosa Ferreyra es 341.676.3591.
“Esperemos que alguien pueda darnos una respuesta, si no de inmediato vamos a empezar a juntar la plata para pagarle la operación entre todos los rosarinos”, remarcó la titular del centro Sargento Cabral.