El cambio de autoridades a nivel provincial, y la situación de urgencias y necesidades que provocó la pandemia por el coronavirus, le pusieron un freno al avance del Complejo Edilicio Salta 2141, donde se emplazará el Espacio Cultural y Educativo de la Memoria y la Música, como simbólico de recuerdo de la peor tragedia en la historia de Rosario. El futuro del proyecto de un equipo de arquitectos rosarinos, integrado por Mauro Grivarello Bernabé, Leonardo Javier Losada, y Federico Patricio Castellani, que ganó un concurso nacional en diciembre de 2018, se llenó de dilaciones e incertidumbre.
Si bien estos profesionales locales cumplieron con tres entregas programadas por contrato con documentaciones técnicas exigidas para la realización del edificio memorial, desde el cierre del año anterior no hubo ningún tipo de contacto con los responsables de esta idea arquitectónica.
Esas entregas incluían ampliación de propuestas, cálculos estructurales, desarrollo de infraestructura y detalles de arquitectura, que derivaron en un pliego muy completo.
Desde el Ministerio de Cultura afirmaron que "el proyecto sigue en carpeta", pero argumentan que en este momento "hay otras prioridades para atender".
Vale recordar que en ese centro convivirán el futuro edificio destinado al Instituto Superior del Profesorado de Música Nº 5.932 Carlos Guastavino, y un sitio en memoria de la víctimas del trágico suceso ocurrido el 6 de agosto de 2013, en Salta, entre bulevar Oroño y Balcarce.
Durante el año pasado, los responsables del proyecto tuvieron reuniones especiales con referentes de los familiares de las víctimas de la fatal explosión para explicar detalles y conocer opiniones. También hubo presentaciones con los directores y secretarios de la Escuela de Música. En base a todas esas lecturas y análisis, se hicieron algunos pequeños ajustes.
En ese lapso, además fue evaluado por las autoridades de supervisión municipales, quienes verificaron el encuadre reglamentario y luego aprobaron el proyecto.
En esa instancia se revisaron medios de escape, escaleras, anchos mínimos, que implicaron sólo pequeños cambios dentro de la organización general del proyecto y la distribución de áreas.
Una vez concluida esa etapa, se pautaron las tres entregas de documentación técnica con autoridades provinciales. Y luego de la última, desde noviembre de 2019, no hubo contactos entre estas partes.
Esos retrasos, pero sobre todo esa falta de comunicación, impregnaron de dudas el avance de este complejo de profundo sentido simbólico para los rosarinos.
En este contexto de preocupación, igual trascendió que cuando se le otorguen los fondos correspondientes, la obra está en condiciones de comenzar su proceso constructivo.
En carpeta
Desde el Ministerio de Cultura de la provincia, le aseguraron a este diario que "el proyecto sigue estando en carpeta", pero entienden que en este momento "hay otras prioridades, muy urgentes, relacionadas a la emergencia" por el coronavirus.
La realidad de las arcas provinciales atraviesa una situación de grandes necesidades, con presupuestos que se vuelcan con especial énfasis hacia las atenciones en los centros de salud y las tareas de contención social.
Ese direccionamiento de los recursos provoca demoras en la concreción de otros proyectos. En ese escenario de enormes dificultades económicas, y si bien nadie se anima a confirmarlo públicamente, esta obra se habría pasado al plan de obras correspondiente al año 2021, y se desarrollaría a través de la Dipai (Dirección Provincial de Arquitectura e lngeniería).
Este posicionamiento está enmarcado en una gran cantidad de obras necesarias en la provincia. Fuentes consultadas en el Ministerio de Cultura y en el Ministerio de Infraestructura, coinciden en apuntar que "la obra sigue en carpeta".
El edificio incluye el Instituto Superior del Profesorado de Música Carlos Guastavino, y un sitio de memoria