La apertura de los ríos interiores de 1852 convirtió a la otrora Villa del Rosario en la capital económica de la Confederación Argentina. Fueron años de gran expansión económica y de transformación de la ciudad que promovieron hombres ligados a los grandes negocios de fines del siglo XIX y principios del XX. Llegado con su familia del Paraguay, Gregorio J. Machaín se afincó en Rosario donde se dedicó a la vida pública como Municipal (concejal), social y financiera como inversionista inmobiliario, de seguros y préstamos. Fue en 1884 el primer presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario. Como tal esa institución lo recordará con un acto este lunes a las 18:30 en el salón menor en su casa de Córdoba y Corrientes.
La importancia de Rosario por su volumen de negocios hizo que el 18 de agosto de 1884 por convocatoria del periodista Felipe Moré se reuniera a empresarios y comerciantes locales con el objetivo de crear una institución de índole gremial. Ya el diario La Capital había insistido desde sus páginas con esa necesidad. Así el 10 de febrero de 1885 abrirá oficialmente sus puertas el Centro Comercial sito en Libertad (hoy Sarmiento) y San Lorenzo bajo la presidencia de Gregorio J. Machaín y la presencia de socios y autoridades. El Centro Comercial se convertirá en 1888 en la Bolsa de Comercio de Rosario y recibirá oficialmente ese nombre en 1899.
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Calle San Lorenzo entre Libertad (luego Sarmiento) y San Martín entrado el siglo XX con la antigua Bolsa de Comercio a la izquierda.
Archivo Diario La Capital
También de 1888 es la conformación del grupo accionario que fundará La Rosario Compañía de Seguros, del que participa Machaín, para proteger los embarques de importaciones y exportaciones del puerto de Rosario. Se ubicará, y aún puede observarse su nombre, en el edificio de la ochava noroeste de Entre Ríos y Urquiza.
Rosario se hace grande y el negocio inmobiliario de tierras urbanas tendrá su ápice entre 1882 y 1887 con gran cantidad de operaciones con alzas de precios que se desplomarán en 1890. Machaín y Cía será una de las sociedades mercantiles dedicadas a la inversión y gestión inmobiliarias. El edificio de la ochava noroeste de Mitre y Urquiza es una construcción financiada por esa empresa. A partir de 1878, también será parte de la sociedad anónima que constituyó la compañía de transporte urbano Tranways del Rosario. Gregorio Machaín será su primer director y luego su secretario.
Además, fue socio fundador del Club Social y su presidente entre 1883 y 1886. En 1887 se incorporó como miembro del directorio del Banco de Italia y Río de la Plata.
Riesgo de vida
Machaín fue homenajeado por sus esfuerzos luego de “una época de luctuosa recordación para Rosario”. Una epidemia de cólera azotó la ciudad entre 1886 y 1887, y Gregorio se puso al frente de las comisiones de vecinos. Fue una temeraria acción “con inminente riesgo de su vida” en medio de la desesperación “para cooperar con los médicos en la salvación de los habitantes”.
El 7 de junio de 1887, el diario El Mercurio cuenta que ha visitado la joyería del señor Viscaya de calle Puerto n° 145 para observar la obra que se le ha encargado especialmente y será entregada al “señor Presidente del Concejo Deliberante, en conmemoración a los servicios que prestó a la población en la última epidemia”. Se trata de una columna corintia de oro y plata de un metro de elevación, de siete kilos y cuyo valor es de 3.500 pesos. La pieza estuvo expuesta en el escaparate de la joyería por algunos días antes de la ceremonia de honor.
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Medalla entregada a Gregorio Machaín por sus servicios a la población en la epidemia de cólera de 1886 y 1887.
Gentileza: Ricardo Machaín
Las aguas y el puerto
Como hombre prominente y de sólidos recursos económicos, tuvo participación en las empresas de cloacas y aguas corrientes, vital para la época debido a la abundancia de enfermedades urbanas transmisibles, y en otras relacionadas con la construcción y funcionamiento del puerto.
Según relata Juan Álvarez en “Historia de Rosario”, en 1884 parecía que el puerto iba a desaparecer “rellenado por las arenas movedizas y las piedras”. Fueron años de muchas reuniones y decepciones que culminarán con la creación de la Asociación Pro-canalización de Ríos y Puertos. Presidida por Gregorio Machaín, logrará que en 1889 se promulgue la ley N° 3.885 de construcción y explotación de “un puerto comercial en el Rosario de Santa Fe”. Hubo que esperar muchos años más para que en 1902 se ponga su piedra fundacional.
La negativa de Machaín a la creación del Banco Municipal de Rosario, negociada durante años y concretada en 1895, se explica en la participación de algunas instituciones y hombres del comercio local en el negocio de los préstamos y empeños. El banco iría a defender a las víctimas de esos prestamistas con un mercado regulado de dinero.
En mayo de 1895, Machaín fue socio fundador de la Sociedad Rural de Rosario. También fue presidente honorario de la Sociedad Unión Paraguaya.
En la nota sobre su fallecimiento, el diario La Capital lo reconoce como un hombre “progresista”, hábil e inteligente para asuntos del “alto comercio” y al que “jamás nadie llamó a sus sentimientos generosos sin resultado”. También “descolló” en “el desempeño de elevados puestos públicos”. Por su personalidad no rehuía a servicios de carácter “personal, pecuniario o caritativo”.