Un partido de fútbol de salón (Futsal) que disputaba entre adolescentes en un club de Villa Gobernador Gálvez terminó en un verdadero escándalo. En medio de una violenta pelea uno de los chicos recibió una brutal patada en la cabeza cuando estaba en el piso. El joven tuvo que se recibir atención médica y, si bien está fuera de peligro, debe someterse a controles. El episodio se produjo durante una competencia entre Talleres de esa ciudad (que jugaba de local) y María Madre de Rosario.
Hernan Barbi, integrante de la comisión directiva de la institución que actuaba como local, contó lo ocurrido en la noche del miércoles en la fecha de la división B del futsal de la Asociación Rosarina de Fútbol. Todo sucedió cuando faltaba poco para el final del primer tiempo de un partido de la primera fecha del torneo que había sido reprogramada para ayer.
La riña se extendió por unos diez minutos, fue muy áspera y el partido no pudo continuar. Una vez que los ánimos se calmaron, el estadio fue desalojado.
Barbi expresó: “Lo que pasó anoche fue muy lamentable. Estos hechos suelen suceder, pero se dan en situaciones muy puntuales. Entiendo la adrenalina que genera el deporte, pero haber terminado así no corresponde”.
En declaraciones al programa “Todos en la Ocho”, el dirigente de Talleres agregó: “Se estaba jugando futsal por la Liga Rosarina, línea B, es decir, un partido entre chicos de entre 15 y 17 años. Todo fue entre jugadores. En una situación propia del juego, hubo una falta que derivó en una expulsión. Eso motivó una agresión física que fue respondida con otra agresión, que derivó en una pelea".
Remarcó que "el árbitro trató de calmar, pero todo se desmadró. La cosa se hizo más grande y se metieron los planteles”.
Asociación Rosarina
“Como miembros de comisión directiva de Talleres tratamos de separar, la gente del otro club hizo lo mismo. Pero hasta entonces se había generado un ambiente muy áspero. Ahora habrá que tomar decisiones. Creo que la Asociación Rosarina tendrá que actuar. Lo cierto es que jugadores en ambas partes quedaron golpeados. Gracias a Dios no se llegó a nada grave, más que nada hubo puñetazos”, describió Barbi.
El directivo de Talleres aclaró que el altercado fue entre los pibes y que no hubo participación de adultos. “La intervención de los mayores fue para llevar calma, separar para que no se siguieran peleando, tratando de llevar todo a buen puerto. Nosotros tratamos de sacar a nuestros jugadores. Los del otro club hicieron lo mismo. Pero hasta que se logró eso hubo momentos muy tensos”.
“Tuvimos un chico lesionado, que recibió una patada muy fuerte en la cabeza, en medio de la riña. Ahora lo estamos siguiendo con los controles médicos", añadió.