Fabricio Ballarini, investigador del Conicet, divulgador y docente, llega a Rosario este sábado con una propuesta que bien podría definirse como una charla “standapera” donde amalgama datos científicos, experimentos en vivo y pasos de comedia para hablar nada menos que del amor romántico, “esa sensación impresionante que buscamos durante toda la vida”, según dice.
La Sala Lavardén es el lugar elegido para mostrar en la ciudad este “show” que ideó y desarrolló después de los momentos más críticos del Covid “porque necesitaba desplegar algo diferente tras meses y meses comprometido (en la investigación y la divulgación) en un tema tan difícil”.
“Y entonces me metí con el amor...”, reflexiona durante una charla con La Capital. “Algo que nos atraviesa a todos y al que puedo abordar desde diferentes aristas”, agrega.
Es el amor romántico el que Ballarini elige en esta oportunidad para desenmarañar sus misterios, para generar preguntas, sobre todo nuevas preguntas “que son las que te impulsan a mirar de otra manera, a abrir la cabeza como se dice, a encontrar otros caminos”.
"Inolvidable (casi) todo lo hacemos por amor", es el título de la propuesta que presentará esta noche y que ya expuso en dos oportunidades en el Centro Cultural Konex (en Buenos Aires) a sala llena, en Córdoba y anoche en Santa Fe.
La biología, la psicología, la antopología, la ciencia en sus diversos campos de acción le sirvieron a Ballarini para crear este proyecto del que él mismo se sorprende: “Me sigue llamando la atención que la gente se enganche tanto y vaya al teatro un sábado a pagar una entrada (accesible, agrega) para escuchar a un científico”.
¿Qué nos generan los besos? ¿Qué nos producen los abrazos? ¿Por qué si el amor está tan relacionado con la posibilidad de la crianza y la reproducción existen tantas otras formas de amor que no incluyen esos aspectos? ¿Cuánto dura el enamoramiento y por qué en esos primeros meses sentimos algo parecido a una adicción? ¿Es el mismo tipo de amor el que sentís por tu mamá, por tu hijo que por una pareja...en qué se diferencian? ¿Qué nos pasa con el deseo y la sexualidad? Estas son algunas de las tantas preguntas que intenta responder mientras surgen muchas otras a partir de la participación del público.
El investigador cuenta que para armar “Inolvidable”, junto a su equipo, hicieron una búsqueda entre cientos de papers científicos que ofrecen “pistas” para entender “por qué y para qué nos enamoramos”, en definitiva, “nos pusimos explorar esa necesidad del amor, que es algo que buscamos durante toda la vida”.
Ballarini tiene seguidores en las redes sociales, en los programas de radio y tv en los que participan “que ya conocen de antemano por donde pasa la cosa porque me la paso escribiendo en Twitter, por ejemplo, un montón de cosas vinculadas al romanticismo, y muchas de ellas con un toque importante de humor”, sin embargo “siempre llega gente nueva y eso está buenísimo porque el público es súper variado”.
Durante el espectáculo, Ballarini anima a los presentes a ser parte activa del mismo, en los experimentos, en las respuestas, en las preguntas. “Pasan cosas todo el tiempo, por ejemplo, hace poco invité a que suban al escenario parejas para una de las experiencias en vivo, y al terminar, una persona que tiene un vínculo de tres me dijo que no se animaron porque iban a quedar muy expuestos”, menciona.
Ese ejemplo le sirve al científico para abrir más inquietudes: “Esto que a muchos puede parecerle moderno o novedoso en realidad es recontra antiguo: la noción de modernidad que tenemos es errónea porque vivimos enfrascados en una norma”.
Explosión de sentimientos
“Se dan situaciones interesantes durante la propuesta. En algún momentos todos conectamos con algo que está bueno, evocamos alguna relación, repensamos los vínculos y surgen cosas lindas. Es que el amor, el hecho de estar enamorados es una sensación impresionante, y además, es algo que puede sucedernos muchas veces y a cualquier edad, lo que es genial”, menciona Ballarini.
“Las relaciones amorosas están vinculadas a un gen, y ese salto nos cambió como sociedad, nos hizo sentir que necesitábamos estar juntos, al punto que el 95% de la humanidad vive en el 5% del planeta”, dice el científico.
“Tenemos explicaciones para muchas de las cuestiones vinculadas al amor. Pero ¡atención!, que sea natural no quiere decir que no sea un quilombo”, comenta con una sonrisa, a modo de cierre.