Admiradores y fanáticos de Joan Manuel Serrat y de Roberto “el Negro” Fontanarrosa se dieron cita en la cuadra de Sarmiento entre San Lorenzo y Santa Fe desde temprano para presenciar la inauguración del paseo que, a partir de las 19.40, lleva el nombre de los dos amigos. La espera fue amenizada por músicos, como Franco Luciani, aunque todos esperaban que el cantautor español entonara alguna de sus letras, pero no lo hizo. Solo recordó a su amigo rosarino y agradeció el homenaje.
Desde este viernes a las 7 de la mañana se cortó el tránsito en la cuadra de Sarmiento entre San Lorenzo y Santa Fe para preparar el escenario y pasadas las 16 ya había gente en la cuadra en espera del acto que comenzaría a las 18.
Con gran expectativa, de a poco la cuadra se fue llenando hasta que se dio la bienvenida a los presentes desde el escenario donde se proyectaron fotos de Serrat y Fontanarrosa.
El acto lo abrió Paula Socca y luego hizo lo suyo Luciani con su armónica y provocó fuertes aplausos.
Sin embargo, la ovación máxima se la llevó el músico catalán quien saludó al público que lo esperaba ansiosamente desde hacía más de una hora y media.
El intendente Pablo Javkin, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, y la esposa de Fontanarrosa, Gabriela Mahy, descorrieron la placa alusiva que quedó colocada sobre una de las paredes del bar El Cairo, el reducto que albergaba la famosa Mesa de los Galanes, integrada por Fontanarrosa.
El público aplaudió emocionado cuando luego quedó a la vista una farola instalada en la esquina que contiene carteles con los nombres del ahora muevo paseo: Fontanarrosa y Serrat.
Ya en el escenario, el artista catalán, que vino a la ciudad en el marco de su gira de despedida “El vicio de cantar”, cuyo show dará este sábado, a las 21, en el Autódromo, recibió el clamor de la gente que no dejaba de gritar “Nano, nano” y de aplaudirlo.
La presidenta del Concejo fue la primera en tomar la palabra para dar la bienvenida al cantautor español. Emocionada, habló de la amistad que unía a Serrat con Fontanarrosa, y recordó que este año se cumple el 15º aniversario del fallecimiento del Negro. Sin embargo, la funcionaria tuvo que terminar rápidamente su discurso porque la gente empezó a pedir que hablara Serrat. Y es que sus seguidores estaban esperando al músico desde hacía varias horas tarareando sus letras y aguardando verlo en vivo.
Serrat, con su típica boina, se levantó y, micrófono en mano, agradeció el “cariño” que le estaba demostrando el público rosarino.
A continuación, recordó con emoción a Fontanarrosa. “Era una persona con la que sobre todo me divertía”, comentó. “El Negro difícilmente transmitía sus pesares y sus angustias, sino que transmitía constantemente su felicidad de estar vivo, su curiosidad por la vida, su afán de ser sencillamente lo que le gustaba ser”, relató seguido de la admiración de los rosarinos.
De inmediato, refiriéndose otra vez a Fontanarrosa destacó que el artista “escribía, dibujaba y amaba a su ciudad y a Central por sobre todas las cosas”. Provocó una ovación.
El músico recibió de parte del intendente y de Schmuck una copia de la ordenanza que decretó que esa esquina llevaría su nombre junto con el de su amigo rosarino.
A continuación, habló Mahy emocionada por la presencia de Serrat y sumamente agradecida. Sin embargo, no dejó de manifestar que este acto significaba un momento de felicidad, pero también de nostalgia.
Javkin, por su parte, prometió ser breve en sus palabras y destacó el valor de la amistad representada por las dos personas que ahora dan nombre al paseo.
Al concluir, se entregaron ramos de flores a los invitados. Serrat se levantó y se acercó al público para saludar, lo que nuevamente despertó el aplauso fervoroso de los asistentes. Sin embargo, no fueron pocos los que se quedaron con las ganas de escucharlo cantar.