Desde que empezó el año la empresa Litoral Gas detectó, en el marco de operativos preventivos de rutina, 181 fugas de gas natural (un promedio de diez por día) en los gabinetes de clientes ubicados al frente de viviendas y edificios, lo que derivó en 39 cortes del suministro por razones de seguridad. Ahora, estos usuarios deben asumir las reparaciones a través de un profesional matriculado y luego solicitar una inspección a la empresa a los fines de reconectarse. Por otro lado, se encontraron 25 pérdidas de diferente grado en la red de media presión bajo las veredas, es decir que solo en la primera quincena las fugas localizadas fueron más de 200, según datos de la compañía.
Los controles están a cargo de una cuadrilla integrada por 16 inspectores, ocho afectados a las búsquedas y ocho a las reparaciones. Intervienen en las aceras y en los gabinetes (las casetas que contienen los medidores) de viviendas del microcentro y de ocho barrios, entre ellos Fisherton, Belgrano, Azcuénaga, Cura y Hospitales. Hasta el 31 de enero explorarán en total 24 puntos distribuidos a lo largo de la ciudad y en febrero será el turno de otros barrios.
El gerente de Comunicación y Relaciones Institucionales de Litoral Gas, Andrés Romagnoli, detalló que de las 25 fugas que los equipos pudieron ubicar en la vía pública hasta el martes 17 de enero, 21 ya fueron solucionadas. Por otro lado, quedan cuatro de menor grado que se están poniendo a punto en estos días.
Como se trata de pérdidas imperceptibles al olfato, los operarios apelan a aparatos especialmente diseñados que miden el porcentaje de gas presente en la atmósfera. El trabajo preventivo se vuelve a repetir en los mismos lugares con una frecuencia de once meses, cuando las cuadrillas salen literalmente a la caza de fugas de gas para evitar riesgos y por instrucción del ente regulador, el Enargás.
Al margen de esta veintena de hallazgos en los caños subterráneos, cañerías principales y conexiones a cada domicilio, que son propiedad y por lo tanto responsabilidad de Litoral Gas, a partir del 1º de enero se revisaron como es de rigor los gabinetes sobre los frentes de las viviendas particulares. Estas instalaciones exteriores sí pertenecen a los clientes. Durante las recorridas se contabilizaron 181 casos de fugas de gas, las cuales ya no son tales pues, por un lado personal de la compañía ajustó los componentes, y en las situaciones más graves (39) directamente el servicio fue interrumpido por razones de seguridad, explicó Romagnoli.
Los clientes fueron notificados del corte y ahora deberán recurrir a un gasista, asumir el costo de la reparación y recién después solicitar la visita de un inspector que verifique si están dadas todas las condiciones para el restablecimiento del suministro.
Las causas
Las pérdidas de gas natural en las instalaciones bajo vereda se pueden producir por distintos motivos, desde el movimiento de las propias aceras y de las estructuras a una construcción que se esté levantando en las cercanías. También a veces los propios vecinos ocasionan inconvenientes al tratar de cambiar las baldosas de sus veredas o cortar una raíz (por eso se creó oportunamente el programa de prevención de daños “Si vas a excavar, antes chequeá”).
En cambio, dentro de los gabinetes una de las razones que ocasiona desperfectos es la falta del caño flexible de cobre. Litoral Gas recibe una denuncia por día por robo de este elemento, de unos 20 centímetros de longitud, que une el regulador con la válvula de corte y tiene un costo de entre mil y 1.200 pesos (nuevo, porque el quid de la sustracción es venderlo como chatarra).
El gerente de Comunicación y Relaciones Institucionales de la proveedora explicó que como el caño, que no pesa más de cien gramos, se saca de un tirón, muchas veces queda abierta la válvula y eso acarrea una fuga, con los consecuentes riesgos para los habitantes del inmueble y el inmueble mismo.
En ningún caso las cuadrillas ingresan a los domicilios para hacer verificaciones sobre eventuales pérdidas; sí lo hacen los inspectores para dar las confirmaciones de alta y de restablecimiento del servicio, ya que deben controlar incluso los artefactos por exigencia de Enargás.