Emily, la tarotista que empapeló la ciudad con sus afiches para ofrecer sus servicios, rompió el silencio. En diálogo con La Capital, la adivina dijo que cumplirá con la intimación que le hizo el municipio para limpiar la suciedad que generó en el mobiliario público, aseguró que "ayuda a la gente" y reclamó que el Estado se haga cargo de la limpieza de las calles de la ciudad, que según su opinión se encuentran en una situación "lamentable".
"Ya mandé a limpiar todo. Y vamos a ver si la Municipalidad se pone a limpiar en Rosario, porque es una vergüenza la mugre que hay. Está todo sucio, me molestan a mí y no se fijan lo que pasa con las paredes de la ciudad, que están sucias, las veredas llenas de excremento, que traen enfermedades, es una barbaridad", cargó.
La mujer aseguró ser una persona muy viajada por el mundo, y subrayó que "en ningún país vio lo que pasa acá", en relación a las condiciones de la higiene urbana.
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En ese sentido, consideró "una injusticia" que le estén exigiendo que limpie. "Que vengan a arreglar todo Rosario, hasta la mugre que dejan los perros estoy levantando. Cuando mis chicos pegan los afiches, también se encargan de las veredas. La limpieza hoy esta en manos de los vecinos", disparó.
Emily describió sus servicios (que publicita como "todo tipo de trabajos espirituales" y están prohibidos por una ordenanza de 1981) como "una ayuda a la gente", y remarcó además que practica la caridad con personas que están en situación de calle, llevándoles ropa y comida. "Los partidos políticos también tienen que ver a los que viven en la calle y no solo su bolsillo, para ver si la gente come", lanzó.
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Además, aprovechó para posicionarse en el lugar de vecina e introducir un reclamo por la inseguridad: "Ayer me robaron el celular y la cartera en el centro, y nadie se hizo cargo. No estaba el municipio, ni la policía", se quejó.
Reveló también que no volverá a trabajar como vidente luego de la denuncia recibida. "Hace 12 años que vivo en Rosario. Es una falta de respeto lo que me hicieron", indicó, y subrayó que el episodio le hizo pensar en dejar la ciudad.