Monseñor Eduardo Martín acaba de culminar la visita al Vaticano junto a sus colegas de todo el país. El arzobispo de Rosario se muestra conforme y satisfecho luego de tomar contacto directo con el Papa Francisco sobre quien asegura que está "lúcido y en paz". En ese contexto, sobreviene una demanda recurrente. "¿Va a venir a la Argentina?", pregunta La Capital. Y Martín revela: "Estuvo a punto de hacerlo en ocasión de su viaje a Chile, que fue previsto primero para noviembre de 2017", aunque finalmente esa posibilidad no se concretó. Ahora, "no está agendado que visite el país", confirma luego la autoridad eclesiástica de la ciudad. Y sigue su diálogo con este diario. "Tuvo una actitud de apertura, no nos bajó línea y planteó la necesidad de que impulsemos la salida misionera de la Iglesia", remarca antes de poner de manifiesto el perfil político del pontífice quien, aunque no abundó en esta materia, expresó su "preocupación por la polarización" del país.
A juzgar por las palabras del obispo de Rosario, el Papa se mostró inquieto ante el proceso de que la opinión pública se divida en dos extremos opuestos. Así lo manifestó Martín: "El tema surgió en nuestro encuentro a partir de la consulta de uno de los presentes, y él dijo que le preocupa esa idea".
Por lo demás, el Papa insistió en la importancia de que la Iglesia se abra y haya una renovación pastoral y misionera de la enseñanza católica, "un encuentro con lo distinto", en palabras de Martín, quien puso como ejemplo que "a nivel universal los musulmanes suelen llevar a sus hijos a escuelas católicas, porque el evangelio es humanizador".
Martín enfatizó que en la llamada visita "ad limina" (encuentro oficial de los obispos a Roma, cada cinco años) "hubo una actitud de escucha a los argentinos en cada uno de los dicasterios, como el de la Doctrina de la Fe, el de Cultura y el de Comunicación)". En ese sentido, remarcó: "Recibimos proposiciones y sugerencias".
Polarización
En materia de política, un obispo planteó "la situación de incertidumbre" que se vive en el país. A lo que Francisco respondió con un consejo: "Es necesario acercarse a quienes están sufriendo, y anunciar el evangelio con alegría, coraje y entusiasmo".
Es que el Papa no se refirió específicamente a la economía del país y, en muchas oportunidades "no contestó, sino que dejó hablar", subrayó el referente local antes de puntualizar: "Está claro que la Iglesia está junto a los pobres".
Además, de la importancia de acompañar a los necesitados, el pontífice insistió en que hay que llegar a los jóvenes, "escuchándolos, acompañándolos, y con paciencia porque no se logra llegar a ellos de hoy para mañana; pero son personas nobles que aceptan las buenas propuestas".
"¿Vendrá Francisco al país?", preguntó este medio. La respuesta de Martín sorprendió. "Nos contó que tenía previsto hacerlo en noviembre de 2017, en ocasión de su viaje a Chile, pero como hubo que posponerlo por las elecciones de ese país y pasarlo para enero, terminó desistiendo porque en Argentina es un mes más tranquilo".
De todos modos, el arzobispo interpretó que el Papa tiene intenciones de regresar, aunque confirmó que "eso no está en la agenda".
Aborto y abusos
En el encuentro con Jorge Bergoglio se abordaron diversos temas. En ese diálogo sin protocolos, hablaron de la crisis que atraviesa la Iglesia por el abuso de parte de sacerdotes y de la polémica por el aborto.
"El Papa nos dijo que tenemos que seguir defendiendo la vida en todas sus circunstancias, desde la concepción hasta la muerte natural, y la de todos: la del niño por nacer, la de la mujer, la del anciano, la del que sufre. Dijo que no entiende a gobiernos que defienden la vida del niño por nacer, y a la vez apoyan la guerra".
En cuanto a los abusos cometidos por parte de sacerdotes, Martín contó que Francisco remarcó que se están tomando "todas las medidas" para terminar con el flagelo, y los animó a "salir", a "no encerrarse, ni estar a la defensiva", sino "hacer foco en la evangelización, en la transmisión de la fe en Jesucristo que es la misión fundamental de la Iglesia", destacó el prelado de Rosario.
En la reunión, monseñor Martín planteó el drama del narcotráfico y las consecuencias de la drogadependencia, y dijo para Francisco "es un problema que sucede en todo el mundo". En ese sentido, "agradeció a los obispos la tarea que realiza la Iglesia en Argentina para ayudar y contener a quienes atraviesan estas dificultades", acotó el obispo desde Roma.
Por último, quiso transmitir un mensaje para todos los rosarinos: "El Papa nos anima a no dejarnos robar la esperanza ante tantas dificultades que asolan a nuestra gente y a la Iglesia, a salir de la zona de confort y a anunciar la «gran noticia», que es el Evangelio. Al terminar nos dio una bendición especial para nuestras diócesis, así que llegará a todos los rosarinos", concluyó con clara emoción y alegría desde la Ciudad Eterna.
“Yo no hago propaganda”
La imagen del obispo Eduardo Martín saludando con un abrazo al Papa mientras llevaba una bolsa con el logo del gobierno provincial se difundió anteayer y motivó comentarios. De hecho, algunos voceros del gobernador Miguel Lifschitz enviaron esa imagen, que replicó la prensa del Vaticano, a sus contactos. No obstante, el prelado replicó: “No quiero hacerle propaganda a nadie”. Fue un modo de despegarse de una situación que hubiera preferido evitar, pero lo tomó por sorpresa porque en rigor llevaba al pontífice un regalo del gobernador. “Hay un laico, Francisco, un funcionario que suele venir al Arzobispado a dialogar conmigo. Le conté que me iba a Roma y luego apareció con el presente de parte del gobernador”, contó Martín y reveló: “Era un libro de Santa Fe”.