"Recibí una lluvia de guitarras", dice agradecido Marcelo Moyano, el músico ciego que canta en la peatonal Córdoba, mañana y tarde, desde hace 18 años. Hace unos días varios medios, entre ellos La Capital, se hicieron eco de su pedido. Dijo que necesitaba una nueva guitarra y una funda resistente para protegerla: la solidaridad no se hizo esperar. Un grupo de amigos organizaron una colecta y entre empresas, organizaciones y particulares recibió más de diez guitarras.
"Ya prometí donar algunas a colegios y a un comedor que tenemos en barrio Triángulo, donde vivo", aseguró antes de empuñar una guitarra clásica nueva que le acercaron los representantes de la Asociación Africana de Rosario.
Demuestra cómo suena el ejemplar fabricado en Casilda cuando empieza a cantar una zamba, con sus ojos completamente cerrados. "Suena lindo", dice orgulloso en el arranque e instantáneamente la gente de acerca y le deja monedas y billetes en un envase plástico de helados que tiene a la altura de sus pies junto a una flamante silla de ruedas.
"Me la dio la gente de la Dirección provincial de Discapacidad hace muy poco, porque la anterior daba pena", comenta.
Marcelo antes de seguir con esta la nota pide que lo dejen agradecer sin dar demasiados apellidos. "A mi amigo músico Sergio 'Varón' Fernández, a Agustina, Pablo, Julia, Ciro y a las empresas Olivera, Music Center ya todos los que aportaron en la colecta".
Marcelo tiene 49 años y es Ciudadano Ilustre de Rosario, pero su calidad de vida de ilustre tiene muy poco. No solo es ciego sino que tiene problemas motrices para trasladarse, un problema que es parte de una patología y también de un accidente que sufrió hace 5 años en la peatonal. Por ese motivo hizo una demanda al municipio, pero el juicio aun no se resolvió.
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Depende de la gente para tomar un colectivo de su casa al microcentro y del microcentro a su casa cada día. Vive en Gaboto al 5100. También depende de ayuda para ir a un baño.
"Tenía dos carteles que me quedaron en un remise: en uno pedía que me lleven a la parada de colectivo y en otro pedía que me lleven al baño. Debo hacerlos otra vez, porque la solidaridad de la gente es rara, si se me cae la guitarra corren quince a levantarla, pero si pido ir al baño o al colectivo no consigo fácilmente que me ayuden".
Por eso en tren de seguir cosechando ayuda pide ahora si alguien le puede imprimir dos carteles. Marcelo da la idea de la gráfica y todo: "En uno puede decir, 'necesito que me acompañen a la parada del colectivo de Entre Ríos y Córdoba', y si dibujan un colectivo mejor y en el otro 'necesito que me acompañen hasta San Martín y Córdoba' ese es para ir al baño, ahí con dibujar una guitarra, bastaría", se ríe y luego agrega que entiende a la gente. "En general los carteles son para pedir plata, pero este no es el caso: a veces es una urgencia", se vuelve a sonreír.