El casco histórico de la ciudad está empezando a mostrar su nueva impronta: veredas más anchas, prioridad al peatón y aceras y calzadas a un mismo nivel. Esto, sumado al permiso que regirá desde el miércoles de la próxima semana para que los autos puedan estacionar en el área central, busca potenciar las ventas navideñas. Por lo pronto, ayer se habilitó la cuadra de Sarmiento al 600, cuya reforma se hizo contrarreloj y permitirá lucir otra imagen: desde hoy, la esquina del bar El Cairo (Sarmiento y Santa Fe) se poblará de 27 mesas al aire libre. Los comerciantes de la zona se quejaron de que las obras se hayan hecho justo en el período de mayor venta, lo que los afectó drásticamente.
Para realizar los trabajos que se culminaron ayer en esa cuadra, el tránsito estuvo interrumpido durante 40 días y dejaron de pasar definitivamente por allí varias líneas de colectivos.
Estos 100 metros de reformas en infraestructura y colocación de mobiliario urbano son parte del proceso de puesta en valor de calles emblemáticas y representativas del área Histórica, como Entre Ríos y Rioja.
Los trabajos apuntaron a un aprovechamiento del espacio público con el ensanchamiento de veredas, inversión en iluminación, revalorización del patrimonio edilicio y equipamiento urbano.
El rasgo distintivo es la nivelación a una misma altura de veredas y calzadas, unificadas con adoquines intertrabados de hormigón armado. El paseo, que jerarquiza el uso peatonal, se complementa con pretiles para impedir el estacionamiento y bancos para que la gente disfrute de un descanso.
Optimista
Uno de los propietarios del bar El Cairo, Mario D'Agostino, consideró ayer que estas reformas le otorgarán una nueva opción a quienes transiten el centro e implicarán una inyección de impulso al estado de deterioro que atravesaba el sector.
"La actividad gastronómica se había trasladado a otras zonas como Pichincha o el Paseo Pellegrini y ahora es el turno del área central", se esperanzó.
En tal sentido, dijo que "había una necesidad de poder competir con el resto de los bares, ya que habíamos quedado rezagados con la imposibilidad concreta de ofrecer mesas al aire libre. Siempre esta necesidad estuvo latente, incluso cuando se había dado la implementación de la prohibición para fumar en los locales.
Tras destacar la labor y las gestiones de la propia intendenta Mónica Fein en estas reformas, el empresario se mostró orgulloso de ser parte de este primer paso de revitalización urbana. "Nos sentimos los abanderados de este nuevo momento de la ciudad", resumió.
De no mediar sorpresas, hoy, a partir de las 9, quienes transiten por Sarmiento y Santa Fe podrán apreciar las 27 mesas de madera, sombrilla y 54 sillas plegables que pasarán a convertirse en la nueva oferta de este emblemático bar.
Críticas
La alegría de D'Agostino fue algo más aplacada entre otros comerciantes de la zona. "El hecho de tener todo cerrado y vallado durante casi dos meses nos complicó mucho en las ventas . Quizás esta no hubiese sido la época para emprender algo así. Pero quedó muy linda la cuadra, aunque faltan cestos de basura", dijo Ana desde la óptica de Sarmiento al 600 y consideró que si bien la gente caminará más cómoda, "todavía no sabemos si esto va a provocar un aumento en las ventas".
Justo enfrente y a unos metros funciona un negocio de impresiones, diseño y artes gráficas. "Es verdad que la zona mejoró, pero no creo que venga mucha más gente por esto. La época de las obras no fue la correcta, la vereda está mucho mejor estéticamente, ahora no creo que sea sinónimo de una suba en la facturación", dijo Laura.
La liberación al tránsito de esta cuadra llega con demoras. La secretaria de Obras Públicas, Susana Nader, había estimado que la intervención entre San Lorenzo y Santa Fe estaría culminada, "si no surgen imprevistos, el lunes 12", como se había comprometido la Intendencia con los comerciantes del centro.