La crisis del tomate se extiende en todo el territorio nacional. Mientras en las provincias productoras tiran las cosechas, en Rosario la demanda cayó y las ventas se redujeron en un 60%, un porcentaje que se refleja en todos los productos del Mercado de Productores de Rosario.
Los comerciantes cargan sus camiones y ofrecen los cajones de 20 kilos a quienes llegan al Mercado de Productores, pero muchas veces la falta de venta hecha a perder el alimento: “Uno arriesga, uno no sabe la cantidad exacta de venta. Traemos y a veces llegamos al viernes con cosas que se pasaron y hay que tirar”, contó en LT8 Héctor Mariani, uno de los históricos vendedores de centro de distribución. Al mismo tiempo, desligó esta baja de venta a los verduleros que traen tomate del exterior: “El que trae un tomate de afuera se complica la vida porque tampoco lo vende”.
Mariani reconoció que “no está caro” el cajón de 20 kilos. Se puede conseguir entre 10 mil y 12 mil pesos, dejando un kilo de tomates de 500 a 600 pesos de costo. También hay cajones de invernaderos que tienen un valor más elevado y pueden llegar a los 20 mil pesos el cajón de 20 kilos.
Sin embargo, los vendedores ven al fin de semana con temor y los alimentos que se echan a perder es toda pérdida en su negocio. “La verdad que este año es un año para el olvido”, sentenció Mariani.
La crisis del tomate se extiende a cada rincón de los puestos porque “cada vez se vende menos" y "si el año pasado fue regular, este es malo porque tenemos un 60% menos de venta. Estamos todos iguales”, agregó el vendedor del mercado, que explicó esta reducción por el cambio en el consumo. “Somos más millones de argentinos, tendríamos que vender más, me cuesta entender esa parte”, resumió Mariani.
La crisis del tomate
Estalló la crisis del tomate en las provincias productoras: Mendoza, San Juan, Corrientes, Salta, Jujuy y Buenos Aires, principalmente. Sobra producción, cayó el consumo, suben los costos, compite la importación y a los productores locales a veces no les conviene ni cosecharlo por los bajos precios.
Los horticultores de la región productiva de Santa Lucía, en la provincia de Corrientes, hace unos días tuvieron que tirar los tomates que habían cosechado por no poder competir en precio con los importados de Chile y Paraguay. Ahora, la "sobreoferta" hace que reciban por un cajón de 20 kilogramos el mismo monto que los consumidores pagan el kilo en góndola.
La situación se agrava de tal manera que este jueves pasado algunos productores de Jujuy se trasladaron a la Plaza Manuel Belgrano de la capital de esa provincia para llevar adelante un “tomatazo” distribuyendo su producto a quien pasaba por la zona de la protesta.
“Los productores estamos tirando mucha verdura, por eso la trajimos hasta acá, para compartirla con la gente que la necesita y así el gobierno nos presta un poco más de atención ya que la situación es muy crítica”, comentaba un productor jujeño.
"No se está viendo la gravedad de la situación, ya que si no trabajamos, no tendrán más para vender. En consecuencia, habrá escasez y los valores del kilo subirán fuertemente. Es todo un drama. El productor lo único que sabe hacer es trabajar y nosotros solo sabemos cosechar tomate", agregó el productor.
Sólida demanda global
La demanda de tomates es alta y constante a nivel global, con un mercado que se estimaba en 164,68 millones de toneladas en 2024 y se proyectaba un crecimiento del 3,9% anual hasta 2034, alcanzando 232,84 millones de toneladas, según Informes de Expertos.
En Argentina, el consumo per cápita anual de tomate fresco es de aproximadamente 16 kilos. La comercialización involucra diferentes canales, incluyendo la venta directa al consumidor, la venta a través de comisionistas y la participación en mercados concentradores y ferias francas.
La producción se concentra en varias provincias, como Mendoza, San Juan, Corrientes, Salta, Jujuy y Buenos Aires, esta última con importantes cinturones hortícolas.
La superficie total del país con tomate, tanto para industria como para consumo, se ubica alrededor de las 17 mil hectáreas promedio, con rendimientos que, en algunos casos, pueden alcanzar las 80 toneladas por hectárea.