Decenas de incendios forestales fuera de control tienen en alerta a la península ibérica, con grandes focos en la provincia española de Ourense, la Comunidad de Madrid y en León, que esta semana provocaron dos muertes.
En España murieron dos personas alcanzadas por las llamas. En Portugal más de 1.700 bomberos intentaban controlar el fuego
El incendio en Carcastillo, en el norte de España.
Decenas de incendios forestales fuera de control tienen en alerta a la península ibérica, con grandes focos en la provincia española de Ourense, la Comunidad de Madrid y en León, que esta semana provocaron dos muertes.
En Portugal, más de 1.700 bomberos intentaban controlar los incendios en Trancoso, Covilhã, Vila Real y Tabuaço.
En la noche de este martes falleció un voluntario en Molezuelas de la Carballeda, en el foco ígneo que afecta a las provincias de Zamora y León. En tanto, el incendio de Yeres, también en la provincia de León, quemó por completo el espacio natural de Las Médulas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En Ourense, dos bomberos resultaron heridos al sufrir quemaduras en el incendio del municipio de Oímbra, mientras que las llamas en Chandrexa de Queixa calcinó 3.000 hectáreas.
El lunes había muerto otra persona en Tres Cantos (Madrid) al resultar con quemaduras en el 98 por ciento del cuerpo.
En Tarifa y todo el extremo sur de la península, en la región de Andalucía, hay centenares de evacuados de manera preventiva.
El Ministerio del Interior decretó la fase de preemergencia, en situación operativa 1.
Mientras tanto, Portugal tiene al menos cuatro focos activos que no han sido controlados. En Trancoso había unos 700 bomberos trabajando, y en Covilhã hay más de 500 operarios.
En tanto, en Vila Real se reavivó este lunes el incendio que ya lleva diez días activo, mientras que en Tabuaço las llamas eran combatidas por 215 bomberos.