El arquitecto está tramitando en el Concejo Municipal la regularización de planos de un edificio en Urquiza al 3200 aseguró que la construcción no supera la altura máxima permitida por el código de edificación para el barrio Agote y pidió que los ediles avalen la regularización de planos para que los propietarios de los departamentos puedan escriturar.
El caso del edifico de Urquiza y el pasaje Marchena, y el de otros que están tramitando excepciones similares, actualizó el debate en el Palacio Vasallo sobre la responsabilidad de los profesionales que llevan adelante los proyectos.
De acuerdo al expediente que se tramita en el Concejo Municipal, el permiso de edificación del edificio de Urquiza al 3200 fue otorgado en 2012 a nombre de Luis Cueto. Por entonces se establecía la ejecución de un edificio de planta baja y 9 pisos, con 2 unidades de vivienda en cada uno, y en el fondo del predio otro bloque de 2 niveles a partir de la planta baja con 4 monoambientes más. Sin embargo, se levantó un departamento adicional en la azotea.
En tal sentido, Cueto aseguró que la edificación se construyó bajo el régimen de edificación del año 1990 y del viejo Código Urbano, vigente hasta que fue reemplazado en el 2012 con el nuevo Código de Reordenamiento Urbanístico del segundo Anillo Perimetral del Área Central.
El profesional resaltó que todos los trámites fueron iniciados y aprobados ante el Colegio de Arquitectos. El error, apuntó, solo fue no pedir ampliación sin final, como correspondía.
"A pequeñas empresas como la nuestra (ya fuera de actividad) la inflación perjudicó de manera exponencial. Se recurrió a esta solución porque no había otra alternativa viable para poder terminar la obra, cumplir con los inversores y no aumentar el costo de las cuotas", explicó y destacó que "la unidad adicional no supera la altura máxima ni la cantidad de metros disponibles y permitidos, es decir, no se encuentra por encima de la altura máxima de la sala de máquinas del ascensor, ni la cantidad de metros cuadrados habilitados".
El profesional consideró que "los concejales deben tener en cuenta los avatares económicos de un país cambiante y complejo para las pymes", por lo tanto solicitó que se otorgue la autorización para el final de obra. "Asumimos nuestra responsabilidad, sin tener culpa alguna, no hay nada espurio y se construyó bajo la normativa vigente", remarcó y pidió celeridad al Concejo "para que los dueños puedan escriturar a la brevedad, escuchando a pequeñas empresas, que no cuentan con el poder económico, ni el marketing de los megas constructores".