Una delegación de carabineros de Chile recorrió ayer la zona de Grandoli y Circunvalación en el marco de un acuerdo con el gobierno provincial, que se nutrirá de la experiencia trasandina en el combate del delito y la prevención de la violencia urbana.
Por el momento, el gobierno provincial ya puso en marcha un plan de cuadrículas, una división del territorio que permite mayor cercanía de los vecinos con la policía. La experiencia fue llevada adelante en Chile en 1995 y permitió, entre otros indicadores, subir los índices de confianza y popularidad de la población para con los uniformados.
La delegación chilena llegó ayer, veinte minutos después de las 17, al extremo sur de la ciudad y rápidamente llamó la atención de los vecinos con sus uniformes color beige y verdes.
Por avenida Grandoli, en tanto, efectivos de la Patrulla de Acción Táctica (PAT) habían dispuesto retenes en los que básicamente se detenía y controlaba a los tripulantes de motos.
Según explicó el comandante David Rubio Leiva, jefe de Análisis de Carabineros, "lo que permite el plan de cuadrantes es focalizar la demanda de la gente. Un cuadrante no es una zona exacta de patrullaje, sino un determinado lugar donde se detecta una demanda determinada de la población y se actúa en consecuencia. Para lograrlo, es fundamental contar con información, esa es la base que permite llevar adelante los planes", explicó el uniformado en la esquina de Grandoli y Gutiérrez.
Según detalló, en Chile todas las comisarías policiales están conectadas en red, por lo que hay un flujo de información constante entre las distintas dependencias.
"Hoy carabineros maneja el 95 por ciento de la información estadística del país", remarcó.
Precisamente, ese plan de seguridad es el que el gobierno provincial está intentando aplicar en Rosario. De allí que hace pocos meses viajaron al país trasandino funcionarios policiales santafesinos, y esta semana los carabineros llegaron a esta ciudad para palpar en el territorio las fortalezas y debilidades del programa que lleva adelante el Ministerio de Seguridad.
Así, ayer los uniformados chilenos recorrieron la zona norte y sur, entraron en contacto con sus geografías y características particulares. El periplo continuará durante toda la semana, al tiempo que intercambiarán su experiencias y con los altos y mandos medios de la policía local. Se prevé que el viernes tendrán un diagnóstico preliminar de la situación actual en la ciudad.
Respeto. "En Chile primero está la mamá y después los Carabineros", detalló la comandante Silvana Marisio, jefa de Operaciones de Control de la fuerza policial chilena, en un intento por dejar asentado el nivel de confianza del que goza ese cuerpo policial entre la población del vecino país.
A su entender, eso se logra por el trabajo de cercanía. "La cuadrícula permite que el vecino conozca al policía. La cuadrícula no tiene que ver con la cantidad de efectivos, sino que permite focalizar cuál es la demanda de la población", insistió.
En Rosario, el plan de cuadrículas ya se está implementando, por lo que la presencia de carabineros permitirá reforzar lo que se esté realizando de manera deficiente e incrementar lo que se esté haciendo bien.
A metros del Fonavi de Grandoli, en tanto, el agregado policial de la Embajada de Chile en Argentina, coronel Juan Pablo Boetto Avalos, destacó que "el combate al delito es progresivo, requiere una planificación y estrategia. Los índices de violencia no se bajan de un día para otro, requieren de un plan y para llevarlo adelante es fundamental que todos los actores estén involucrados, no sólo la policía, sino también la Justicia y la sociedad. Todos deben trabajar juntos, porque si uno fallla el resultado no será el esperado", remarcó.
Luego de tomar un breve contacto con la prensa, la delegación partió hacia otros barrios mientras la policía local intensificaba los controles de rutina a los motociclistas. En una ochava de calle Buenos Aires, a metros del parque Yrigoyen, la imagen de un joven pintada en una pared clama por justicia. Una postal que resume la violencia que se pasea por los barrios de la ciudad, que ya se llevó en lo que va de este año más de un centenar de vidas.
Trabajo conjunto
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, destacó ayer que los carabineros chilenos desarrollarán una intensa actividad durante esta semana. Así, esta mañana está prevista una reunión de trabajo con los jefes de distintas áreas de la Unidad Regional II Rosario, y por la tarde mantendrán un encuentro con los integrantes de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Más tarde se trasladarán a la ciudad de Santa Fe, donde recorrerán distintos barrios de la capital provincial. Pullaro destacó que el trabajo conjunto con la fuerza policial chilena "se inició hace cinco meses, y se está profundizando".