La prevención de la sífilis, a través del uso de preservativo y barreras orales de látex durante las relaciones íntimas, y un análisis de sangre en toda persona sexualmente activa, son las principales herramientas para intentar frenar el avance de esta enfermedad de transmisión sexual que en Rosario registró una suba alarmante de casos.
A partir de 2018 y 2019 se encendieron las alarmas en salud pública ante el aumento de diagnósticos en la población general y especialmente en embarazadas.
Se estima que en la ciudad se detectan alrededor de 1.200 casos por año, un número elevado. Y si bien actualmente se registra una meseta en cuanto a la cantidad de contagios, la situación sigue siendo alarmante.
El grupo más afectado es el de las mujeres de entre 14 y 24 años, pero impacta en todos los géneros y edades.
Por eso, el área de Epidemiología de Salud Pública, junto a otros equipos de la municipalidad, decidió tomar medidas concretas de vigilancia, capacitación profesional, información en los barrios y mayor acceso a los análisis de laboratorio, que permitieron, por ejemplo, que en los dos últimos años no se registre sífilis congénita después de que en años anteriores habían nacido varios bebés con la enfermedad, transmitida por sus mamás que no habían sido diagnosticadas a tiempo.
Evitarla es el principal objetivo, pero detectarla a tiempo también, cuando esa primera medida falló. Un simple análisis de sangre permite conocer si una persona tiene sífilis, y de esa manera, iniciar un tratamiento antes de que la enfermedad avance y cause un daño mayor en el organismo. Si se trata de una embarazada la detección es primordial ya que de no recibir la terapia con antibióticos durante la gestación su hijo puede nacer con sífilis. La patología puede afectarlo de distintas maneras, en formas leves, pero también puede producirle la muerte.
La sífilis, de origen bacteriano, se transmite por el contacto con úlceras infecciosas presentes en los genitales, el ano, el recto, los labios o la boca de una persona de cualquier género que puede transmitirla a otra. Es muy contagiosa y en ocasiones las lesiones no son visibles ni dolorosas.
Es una enfermedad que no da síntomas claros en la primera etapa. Luego, si no se trata, puede dar distintos problemas de salud a mediano o largo plazo.
Avance sorprendente
En 2022, la cátedra de Estomatología de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), inició una campaña de detección de infecciones de transmisión sexual (ITS) a partir de que empezaron a ver de manera frecuente lesiones en la boca de pacientes que se atienden en distintos consultorios de la ciudad (públicos y privados). Esas lesiones eran compatibles con algunas enfermedades que hacía tiempo no se veían en alto número como la sífilis y el VIH. También detectaron muchas llagas por virus de papiloma humano (VPH).
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Matías Lahitte, infectólogo, quien está a cargo de Epidemiología municipal, dijo a La Capital que el avance de estas infecciones es un tema de salud pública muy importante y por eso se tomaron medidas. "El incremento se está dando en todo el mundo, incluso la OPS lanzó un alerta y un programa internacional denominado ETMI plus, que busca eliminar la transmisión maternoinfantil de la infección por el VIH, la sífilis, la enfermedad de Chagas y la infección perinatal por el virus de la hepatitis B ante el crecimiento mundial de casos".
"Nosotros nos sumamos a esa iniciativa y pusimos además en marcha una vigilancia que se sostuvo incluso en pandemia y que incluye acciones de salud pública y el aporte fundamental de otras áreas para trabajar la prevención, cambios en las guías de atención y trabajo en las escuelas y espacios destinados a los jóvenes. Tenemos que volver a hablar mucho sobre las ITS, del uso del preservativo, de hacerse testeos en forma anual en personas sexualmente activas de todas las edades y de cualquier segmento socioeconómico porque esto afecta a todos", señaló el médico.
"El monitoreo de casos y su estricto seguimiento (incluso con la participación de los denominados "llamadores") es una tarea que realiza la red de salud y que nos obliga a una revisión continua de los procedimientos y las acciones. Nos reunimos en forma constante para mejorar todos los procesos. En los últimos dos años ya no tuvimos niños nacidos con sífilis, algo que nos venía preocupando muchísimo", destacó.
Desde 2010 la tasa de sífilis a nivel nacional viene subiendo y creció de modo sostenido hasta 2019. Con la pandemia se produjo una caída considerable en 2020 pero en 2022 subió incluso mucho más que en épocas pre Covid.
En 2022 se determinó, además, que las mujeres estaban siendo mucho más afectadas que los hombres.
"Las lesiones en las mujeres suelen ser mucho menos visibles que en el varón porque las úlceras por sífilis pueden pasar más desapercibidas por una cuestión anatómica", explicó Lahitte.
En Rosario durante 2018 y 2022 el promedio anual de casos fue de 1.162, compatible con lo que sucedía a nivel país aunque particularmente en 2022 fue muy superior a la media nacional.
El grupo más afectado fue el de mujeres entre 14 y 24 años, que son justamente las que están en edad reproductiva, con la posibilidad de transmitir la enfermedad a sus bebés.
"Aumentamos considerablemente las pruebas en personas gestantes. Y en la última reunión se decidió que la búsqueda de casos será aun más exhaustiva. En todos los centros de salud pueden tomarse las muestras para el análisis. Es importante que las embarazadas y todas las personas sexualmente activas estén informadas sobre los riesgos y puedan cuidarse pero también hacerse el testeo correspondiente. La sífilis es muy contagiosa", enfatizó el profesional.
"Con el tratamiento con penicilina y un seguimiento médico puede controlarse y evitar que la persona siga contagiando pero si no se hace un diagnóstico precoz las consecuencias pueden ser graves", dijo el especialista.