Un total de dos personas fallecieron en los últimos días tras contraer encefalitis equina en localidades del oeste de la provincia de Buenos Aires, donde se desplegaron operativos para erradicar al mosquito transmisor, informó el Ministerio de Salud bonaerense.
En la provincia de Buenos Aires, los casos confirmados hasta el 18 de enero último son 15 y hay 8 probables, según detalla el último Boletín Epidemiológico.
Los casos positivos pertenecen a los municipios de General Viamonte, Junín, Leandro N. Alem, Nueve de Julio, Arrecifes, Baradero, Pergamino, Ramallo, Salto, Las Flores, Campana, Exaltación de la Cruz, Tandil, 25 de Mayo, Bragado, Suipacha y La Plata.
De estos casos positivos 4 se encuentran internados actualmente, 2 casos fallecieron y los restantes fueron dados de alta.
“Los casos fallecidos corresponden a la RS V, (que comprende a Campana y Exaltación de la Cruz) y XI (La Plata). Ambos vivían en zona rural y uno tenía comorbilidades”, precisó el Boletín.
El 11 de enero se informó el fallecimiento de una mujer de 74 años, oriunda de la localidad platense de Villa Elisa; en tanto no se brindaron precisiones sobre la identidad de la segunda víctima de la encefalitis equina del Oeste.
En este marco, las autoridades sanitarias confirmaron el despliegue de operativos territoriales que consisten en la fumigación de zonas afectadas, búsqueda activa de casos sintomáticos y la difusión de medidas de prevención.
La encefalitis equina del Oeste es una patología neurológica que se transmite a través de picaduras de mosquitos infectados y, aunque afecta sobre todo a los caballos, también puede transmitirse a las personas.
En los seres humanos, la enfermedad tiene un período de incubación de dos a 10 días y, si bien en la mayoría de los casos es asintomática, puede presentarse con síntomas como fiebre, cansancio, dolores musculares y malestar general que se resuelven espontáneamente en un lapso de siete a diez días; y en algunos casos pueden evolucionar a cuadros de encefalitis.
Los operativos territoriales permiten reducir la abundancia del mosquito transmisor del virus a través de la fumigación en las zonas calientes georreferenciadas por los casos confirmados, o con brotes en caballos y, a su vez, sensibilizar la búsqueda de personas que puedan estar con contagio.