Los consumidores de marihuana que quieran comprarle al Estado uruguayo podrán adquirir hasta 40 gramos por mes, si están inscriptos en el registro y tienen la tarjeta con el código de barras y la información básica de cada fumador.
Los consumidores de marihuana que quieran comprarle al Estado uruguayo podrán adquirir hasta 40 gramos por mes, si están inscriptos en el registro y tienen la tarjeta con el código de barras y la información básica de cada fumador.
Así consta en el proyecto que elaboró el Ejecutivo, algunos de cuyos detalles se conocieron por publicaciones de diarios montevideanos y declaraciones del director de la Junta Nacional de Droga, Julio Calzada.
"La tarjeta no tendrá el nombre del consumidor", según explicó Calzada, que aseguró que "será un documento innominado, sin foto ni nombre, que servirá para controlar el consumo".
Pero el código de barras sí remitirá a informaciones básicas de la persona como nombre, edad, fecha y lugar de nacimiento, lugar de residencia, ocupación y estado civil, reportó la agencia DPA.
Calzada informó también que entre las medidas que todavía se están estudiando figura la de vender 40 gramos de marihuana por mes y por persona, a un precio de unos 700 pesos uruguayos (unos 190 pesos argentinos).
El valor es similar al que se paga actualmente en el mercado negro, pero la distribución oficial asegurará calidad y dará mayores garantías legales a los consumidores.
"La Junta Nacional es la entidad rectora pero se necesita crear un organismo estatal que ejecute y regule la ley que estamos redactando", agregó el funcionario sobre la iniciativa que desde hace meses el Ejecutivo impulsa para legalizar el consumo de marihuana, en determinadas condiciones.
El marco normativo para regular el mercado de cannabis, con un único artículo, fue enviado al Congreso en agosto por el presidente José Mujica, con la intención de combatir el consumo de drogas más duras y el narcotráfico en el país.
Fracaso. "Llevamos 50 años buscando por la vía policial y estamos fracasando (en el combate al narcotráfico)", afirmó Mujica al presentar la iniciativa, y adelantó que haría encuestas sobre el tema para bajar la iniciativa si la ciudadanía lo rechazaba.
Se trata de "evitar que haya un mal uso de la sustancia en manos inadecuadas", destacó Calzada.
En agosto pasado, el gobierno presentó al Parlamento un proyecto de ley para legalizar y poner bajo la órbita del Estado la venta y producción de marihuana, con el objetivo de combatir el narcotráfico.
Se estima que si la iniciativa logra el visto bueno del Congreso, el país plantará unas 150 hectáreas de cannabis para cumplir con la demanda de sus consumidores.
El oficialista Frente Amplio tiene mayoría en las dos cámaras, lo que le asegura la aprobación del proyecto, pero igualmente se negocia con la oposición y hasta se recogieron algunas de sus ideas en busca de que el texto final logre votos de legisladores de todos los partidos. El diputado socialista Julio Bango, uno de los redactores delproyecto, destacó la voluntad del oficialismo de que la aprobación se logre antes de fin de año, reportó la agencia EFE.
Bango informó a al diario El Observador que la ley incluirá la despenalización del cáñamo industrial, una planta prima de la marihuana que contiene bajísimos niveles de THC, el sustrato psicoactivo.
Del cáñamo industrial se extrae una gran variedad de subproductos, desde semillas para consumo alimenticio hasta fibra para producir biocombustibles, telares o materiales de construcción.
Un mes atrás, el ex presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), también del Frente Amplio y muy bien posicionado para volver a pelear el Ejecutivo en las elecciones del 2014, manifestó sus dudas sobre el plan del gobierno de legalizar la marihuana.
Vázquez, oncólogo de profesión, dijo que "el consumo de marihuana es tanto o más dañino que el de tabaco" y recordó que "los países que la legalizaron están replanteándose esta situación".
"No hay que consumir marihuana; simple y llanamente, no hay que consumirla", subrayó Vázquez, quien durante su gestión impulsó una férrea campaña antitabaco que derivó en un juicio contra Uruguay de la tabacalera Philip Morris, que aún continúa. (Télam)