Uno de cada tres argentinos padece algún problema coronario, que podría curarse con pequeños cambios en los hábitos de vida, advirtieron ayer especialistas.
Uno de cada tres argentinos padece algún problema coronario, que podría curarse con pequeños cambios en los hábitos de vida, advirtieron ayer especialistas.
Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón para concientizar sobre las enfermedades cardiovasculares. Este año, la premisa de la Organización Mundial de la Salud ( OMS ) y la Federación Mundial del Corazón (WHF, por sus siglas en inglés) es "25x25", es decir, trabajar en prevención para reducir un 25% la mortalidad prematura por enfermedad cardiovascular para el año 2025.
En la actualidad, este tipo de patologías son la primera causa de muerte en el mundo, afectando a unas 17 millones de personas, lo que equivale a un tercio de la población, la mayoría de ellas concentrada en los países de menores ingresos. La Argentina no escapa de este alarmante número: cerca de 3 de cada diez muertes en 2015 fueron a raíz de enfermedades cardiovasculares (ECV), según datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación.
"Si bien las enfermedades cardiovasculares son patologías propias de las sociedades occidentales, y aunque algunos de sus factores de riesgo son fácilmente prevenibles, el alcance mundial de este tipo de dolencias es muy elevado. Son la primera causa de mortalidad en el mundo, superando cualquier tipo de cáncer y el sida", detalló Silvio Aguilera, director Médico de Vittal.
10 pasos por un corazón sano
"Introducir pequeños cambios en el estilo de vida puede generar grandes beneficios en la salud cardíaca y evitar enfermedades y complicaciones que nos pondrían en riesgo. No es necesario hacer grandes sacrificios para mantener un corazón sano. Sólo tomar algunas medidas", aseguró Gabriel Lapman, cardiólogo jefe de consultorios externos del Sanatorio Modelo de Caseros, al diario La Nación, en su web.
Cuidar la masa corporal y alimentarse bien: un peso adecuado se logra al equilibrar las calorías que se ingieren con las que se consumen durante el día. Lo ideal es gastar más de lo que se come. El índice de masa corporal no debe superar los 25 kg/m2. Preferir una dieta rica en pescados, carnes magras, frutos secos, aceite de oliva, lácteos descremados, frutas, verduras y legumbres, que aporten los minerales y vitaminas que el cuerpo necesita. También, ácidos grasos como omega 3, 6 y 9.
Observar el colesterol y la glucosa: el exceso de colesterol se deposita en las paredes de los vasos sanguíneos y obstruye el flujo de sangre. Si en ayunas los resultados del colesterol superan los 200 mg/dl para menores de 30 años y la glicemia es mayor a 100 mg/dl, hay que consultar con un especialista.
Dormir bien: al menos ocho horas diarias porque el descanso permite reponer energías. Evitar el consumo de estimulantes o el exceso de cafeína para rendir durante el día.
Mantenerse activo: por ser un músculo, el corazón necesita ejercitarse. Por eso, realizar actividad física de manera regular para mejorar la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Las arterias lograrán mayor y mejor dilatación, los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre se regularán y la presión arterial disminuirá. La indicación actual son 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad moderada.
No al estrés y la ansiedad: intentar generar espacios para desconexión. Prácticas como el yoga pueden ser de gran utilidad.
Controlar la presión: la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Los niveles de una persona sana están debajo de los 140/90 mm de mercurio. Es importante chequearla constantemente ya que la hipertensión suele ser asintomática. Una medida útil es disminuir el consumo de sal.
No fumar: el tabaco disminuye la cantidad de oxígeno en sangre, estrecha y endurece la capa interna de las arterias y hace que la presión arterial aumente. Además, es el causante de la reducción de los niveles de colesterol bueno (HDL) en sangre y de incrementar los niveles del malo (LDL) y de los triglicéridos. Un cigarrillo diario es suficiente para aumentar el riesgo de ataque cardiaco o cerebral.
Cuidado con el alcohol y otras sustancias: al mezclarse con la sangre afectan el funcionamiento de muchos órganos del cuerpo. Según la Organización Panamericana de la Salud, el consumo de alcohol en la región es un 40% superior al promedio mundial, y aumenta en las mujeres. En Argentina se consumen 9,1 litros por año y por persona mayor a 15 años, lo que coloca al país en el puesto número 1 de América del Sur. La recomendación entonces es lograr un consumo moderado, limitándolo a 15gramos. diarios (un porrón de cerveza, una copa de vino o una medida de bebida destilada).
Diagnosticar a tiempo: se estima que la mitad de las personas que mueren repentinamente por males coronarios no sabía sobre su problema. Es fundamental la realización periódica de chequeos médicos, especialmente si hay factores de riesgo.
Controlar la diabetes: puede provocar graves alteraciones en corazón, riñones, visión y extremidades inferiores. Si hay antecedentes familiares directos o se tiene sobrepeso u obesidad, se estará más predispuesto a desarrollarla.
"Entre los dos y los cinco años se deben crear los buenos hábitos porque después resulta mucho más difícil revertirlos", dijo Oscar Mendiz, director del Instituto de Cardiología de la Fundación Favaloro.
A comer más vegetales y frutas y menos grasas y sal
Los médicos recomiendan cinco cambios en la alimentación.
Disminuir el consumo de grasas, eligiendo alimentos de bajo contenido en colesterol.
Consumir alimentos ricos en fibra soluble, como frutas y verduras crudas, que ayudan a reducir el colesterol LDL.
Aumentar el consumo de pescados azules (salmón, atún, jurel, anchoas, etc.) ricos en ácidos grasos omega-3 que ayudan a mantener el colesterol.
Incorporar frutos secos a la dieta diaria, que contienen vitamina E y ácidos grasos monoinsaturados. "Son ideales para hacer una colación y de esta forma se evita el picoteo de alimentos ricos en grasa y azúcar", explicó Analía Moreiro, licenciada en nutrición.
Menos sal: la OMS recomienda consumir de 3 a 6 gramos de sal por día, los argentinos consumen alrededor de 12. Con sólo al disminuir 3 gramos de sal por día, se evitarían diez mil muertes por enfermedades cardiovasculares al año.