El gobierno argentino señaló que dos empresas de medicina se harán cargo del traslado de una turista argentina que está internada en coma farmacológico en un hospital de Jamaica, tras ser desembarcada de un crucero en el que viajaba por el Caribe.
El gobierno argentino señaló que dos empresas de medicina se harán cargo del traslado de una turista argentina que está internada en coma farmacológico en un hospital de Jamaica, tras ser desembarcada de un crucero en el que viajaba por el Caribe.
“Se ha convenido que las empresas Osde y Assist Card se harán cargo de trasladar a la paciente en cuanto las autoridades sanitarias de Jamaica así lo autoricen”, dijo a través de un comunicado el Ministerio de Salud de la Nación.
Los familiares de Ana María Arroyos reclaman en Buenos Aires, en cambio, que el gobierno envíe un avión sanitario.
Arroyos viajó de vacaciones hace tres semanas desde Argentina a Miami (Estados Unidos) donde abordó un crucero de la empresa Norwegian Cruise junto a su hija menor, Celeste, y otros 4.100 huéspedes.
Al segundo día de navegar, la mujer fue a consultar al médico del barco porque sentía “fuertes dolores abdominales”, quien le diagnosticó un cuadro de “gastroenteritis aguda” y le dio “pastillas”.
Ante la persistencia de los dolores, el capitán consideró que la mujer y su hija debían descender en la primera parada, Kingston (capital de Jamaica), para recibir una mejor atención.
Personal del crucero sacó a Celeste, su hija, prácticamente “esposada”, según ella denunció, por resistirse, reclamar que le expidieran un certificado explicando el descenso y exigir un tratamiento correcto a su madre.
En Jamaica Ana María Arroyos fue operada. Los médicos de un hospital le extrajeron un ovario y las trompas pero se le propagó una infección tan grave que, desde hace 14 días, está en coma.
“Tenía dos abscesos (pus) en los ovarios por lo que debieron extraerle uno y las trompas”, explicó Omar, su hermano. “Ahí le descubrieron una suerte de peritonitis por mal tratamiento durante días. La infección se propagó por el cuerpo y el líquido le llegó a los pulmones, pero en el hospital no había ni siquiera un respirador artificial”, se quejó.
Después de pasar cinco días sin respirador, lograron trasladarla a otro hospital. Desde entonces, Ana María está allí entubada y en coma inducido.
“No pueden combatir la infección. Si no conseguimos un avión sanitario urgente, se muere”, dijo Federico Guidi, su yerno.
Según contó Guidi, Assist Card “reconoció lo que correspondía a su póliza y cubrió 20.000 dólares que se usaron para los primeros cuatro días de internación”. Por eso la familia fue al ministerio de Salud a gestionar un avión sanitario para que la siguieran atendiendo en Buenos Aires a través de su prepaga, Osde.
“Nos dijeron que estaban acondicionando uno y ahora lo niegan. Como no había respuestas, fuimos a Cancillería. Allí nos dijeron que nunca estuvieron acondicionando un avión y que, a lo sumo, nos pueden ayudar a conseguir presupuestos. Pero un avión sanitario cuesta 93.000 dólares”, expresó. La internación, además, cuesta 4.000 dólares diarios, afirmó.
Assist Card, por su parte, indicó ayer que “por el momento” la paciente “no se encuentra en condiciones de ser trasladada”, ya que “su condición clínica no es estable como para soportar un traslado de tantas horas”.
El hermano de Ana María, Omar Arroyos, manifestó que “Jamaica no tiene los recursos hospitalarios y su vida corre peligro”.
“Mi hermana necesita volver. Está en terapia intensiva y sólo puede volver en un avión sanitario. Ese avión lo necesitamos hace 15 días. Por eso apelo a las autoridades argentinas”, suplicó Omar.
Los compañeros de trabajo de la mujer, empleados del Banco Ciudad de Buenos Aires, crearon un grupo en la red social Facebook para difundir el problema y solicitar colaboración tanto para afrontar los gastos de internación de Ana como para el traslado.