Un tribunal de apelación francés confirmó ayer la condena en suspenso a dos años de cárcel contra el que fuera electricista de Pablo Picasso y su esposa, por haber ocultado durante 40 años en su garaje 271 obras del artista.
Un tribunal de apelación francés confirmó ayer la condena en suspenso a dos años de cárcel contra el que fuera electricista de Pablo Picasso y su esposa, por haber ocultado durante 40 años en su garaje 271 obras del artista.
El acusado, Pierre Le Guennec, y su esposa, Danielle, no lograron convencer a la justicia de que la viuda de Picasso, Jacqueline, les había donado las obras, y el tribunal de apelación de Aix en Provence (sureste francés), confirmó la sentencia de primera instancia de 2015.
El tribunal de apelación confirma "todas las disposiciones civiles y penales" del veredicto del tribunal de primera instancia de Grasse en 2015, lo que implica la restitución de todas las obras en posesión de los condenados a Claude Ruiz Picasso, representante de los seis herederos en el juicio.
Las 180 obras y 91 dibujos —sin firma y no inventariadas cuando murió el pintor en 1973— habían reaparecido en 2010 cuando Le Guennec contactó a Claude Picasso para que las autentificara.
Los herederos habían presentado inmediatamente después una denuncia judicial por apropiación indebida.
En el juicio de apelación, Pierre Le Guennec, cambió su versión de los hechos, afirmando que unos meses después de la muerte de Picasso, su viuda le pidió que almacenara entre 15 a 17 bolsas de basura que contenían obras del artista.
Un tiempo después, añadió el acusado, la última esposa del pintor le pidió que le devolviera las bolsas, excepto una, que le regaló en agradecimiento.
Para Le Guennec, la viuda de Picasso quería "quizás" que estas obras no figurasen en el inventario de sucesión.
"La señora Jacqueline Picasso tenía problemas con Claude Picasso", hijo del pintor, afirmó Le Guennec, de 77 años, con la voz temblorosa ante el tribunal de Aix en Provence.
En primera instancia, el electricista había dicho que las 271 obras que estuvieron apiladas durante 40 años fueron un regalo hecho por los Picasso en 1971 o 1972.
El fiscal no tomó en cuenta la nueva versión de la pareja y requirió la confirmación de la pena de primera instancia.
Satisfacción
"Nos alegra que la verdad que sostenemos desde el principio haya sido reconocida", se congratuló ayer Jean-Jacques Neuer, abogado de Claude Ruiz-Picasso y único representante de las partes civiles presente en esta instancia de apelación.
El abogado Neuer había denunciado ante la corte una "alucinante mentira", y afirmó que este caso hace emerger "los aspectos más oscuros y poderosos del mercado del arte" y apoyó la tesis de un "blanqueo internacional de obras robadas".
Este lote incluye algunas pequeñas obras excepcionales: dibujos estilizados de mujeres y caballos, nueve collages cubistas muy raros de la época de su colaboración con Georges Braque, un estudio del "periodo azul" o temas más íntimos como estudios de su amante Fernande, dibujos de su primera mujer Olga y un pequeño caballo recortado realizado por sus hijos.