Un ataque con un fusil de guerra registrado en un centro comercial en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, dejó al menos 20 muertos y al autor arrestado. La brutal matanza renovó una vez más el debate sobre la venta y tenencia de las armas de fuego en Estados Unidos. El joven agresor usó un rifle de guerra del tipo AK-47 o similar. Había numerosos heridos graves. Se investigaba un “crimen de odio”, o sea de carácter racista, dado que el autor de la matanza habría escrito un texto en internet que daría pie a esta hipótesis. El joven es un blanco de Dallas. Además, el sitio atacado es muy frecuentado por ciudadanos mexicanos o estadounidenses de ese origen.
Dos funcionarios de la policía identificaron al detenido como Patrick Crusius, de 21 años y originario de Dallas. Es un joven blanco, y no resultó herido luego del feroz ataque que lanzó contra el Cielo Vista Mall. El gobernador de Texas Greg Abbott dijo que al menos 20 personas fueron asesinadas y otras 26 habían resultado heridas en el Walmart que funciona el complejo comercial en El Paso. La Policía del El Paso informó que Crusius fue detenido luego del ataque. El jefe de policía de El Paso Greg Allen dijo que “crimen de odio” era una de las posibilidades del motivo que pudo haber tenido el atacante. Allen dijo que cuando los oficiales de policía llegaron al lugar, el agresor bajó sus armas y se entregó. El jefe policial agregó que investigan si un escrito publicado en internet que describe un posible crimen de odio corresponde a Crusius.
La mayoría de las víctimas del ataque se hallaban en una tienda de la cadena Walmart cerca del Cielo Vista Mall en El Paso, cerca de la autopista Interestatal 10 en la zona este de la ciudad y a unos 4,5 kilómetros de la frontera con México.
El sargento Robert Gomez, de la policía de El Paso, dijo en conferencia de prensa que en la tienda se hallaban unas 3.000 personas, debido a la temporada de compras por regreso a clases. “Esto es algo sin precedentes en El Paso”, declaró Gomez, que añadió que muchas de las víctimas sufrieron heridas que podrían costarles la vida. La lista de muertos pasó rápidamente de 15 a 20 hacia el anochecer, precisamente por la gravedad de las heridas de muchos sobrevivientes.
Los agentes de la policía atendieron una llamada de emergencia cerca del mediodía que alertaba sobre un hombre realizando disparos en el complejo. Las autoridades enviaron avisos de alerta a la comunidad pidiendo que se mantuvieran alejados del área y buscaran a familiares en una escuela que era usada como punto de reunión. La policía y testigos indicaron que al menos algunos de los disparos se registraron en la tienda de Walmart.
Ryan Mielke, un vocero del Centro Médico Universitario de El Paso, señaló que una de las 12 personas que fueron trasladadas al lugar después del ataque había muerto. Más tarde morirían otras cinco. Mielke agregó que dos niños, de dos y nueve años fueron “estabilizados” en el centro médico antes de ser transferidos al cercano Hospital Infantil de El Paso. El portavoz se negó a ofrecer más detalles sobre los heridos y la persona que falleció. Otras 11 personas reciben atención médica en el Centro Médico Del Sol, de acuerdo con el vocero del hospital, Victor Guerrero, quien detalló que las edades de las víctimas oscilaban entre los 35 y los 82 años.
El Paso, de alrededor de 680.000 habitantes, se encuentra en el suroeste de Texas, al otro lado de la frontera con Ciudad Juárez, México. El candidato presidencial y ex congresista por Texas Beto O’Rourke se mostró conmocionado ayer en Las Vegas cuando se presentó en un foro de candidatos, poco después de que se reportaron las noticias del tiroteo en su ciudad natal. O’Rourke dijo que había llamado a su esposa antes de subir al escenario. El demócrata detalló que había escuchado versiones iniciales de que el responsable podría haber tenido un arma de estilo militar. Agregó que es necesario mantener ese armamento “en el campo de batalla y no traerlo a nuestras comunidades”.
Ayer, las redes sociales se encendieron con el eterno debate sobre las armas, cuya tenencia está garantizada en Estados Unidos por la Constitución pero causan matanzas a repetición, como la de El Paso..