Un niño de 11 años que había sido golpeado hace dos semanas por compañeros de estudios a la salida de la escuela falleció en Salta a raíz de un paro cardíaco por insuficiencia respiratoria.
Un niño de 11 años que había sido golpeado hace dos semanas por compañeros de estudios a la salida de la escuela falleció en Salta a raíz de un paro cardíaco por insuficiencia respiratoria.
El deceso de Manuel Guzmán se produjo en la madrugada del viernes en el hospital pediátrico de la capital salteña al que había sido trasladado desde otro centro de salud de la ciudad de Orán.
El niño estudiaba en una escuela Arturo Illia del barrio Caballito, en Orán, donde el 19 de noviembre fue golpeado por otros alumnos que al parecer solían hostigarlo a diario. Los padres de la víctima denunciaron el caso a la justicia el 27 de noviembre luego de que el niño le revelara a una hermana que no quería volver al colegio y dio a conocer los dolores que sufría tras el ataque a golpes.
La familia llevó al niño a una consulta al hospital de Orán pero por las complicaciones que presentaba lo derivaron al Hospital Materno Infantil de la ciudad de Salta donde permaneció internado durante una semana en estado reservado.
Tras su deceso, anteayer, la jueza de Menores 2 de Orán, María Laura Toledo Zamora, ordenó que se practique la autopsia a la víctima para luego entregar los restos a la familia para que pudiesen inhumarlos.
En tanto, docentes de la escuela donde estudiaba Guzmán se mostraron consternados por el deceso del alumno y advirtieron que necesitan un gabinete interdisciplinario para evitar situaciones de bullying y violencia en torno a las escuelas.
Una de las docentes, Josefa Cardozo, dijo que “nosotras dejamos sentado por escrito que esto iba a pasar y son situaciones dolorosas por que involucran a menores y nos encontramos con una supervisora que no entendió el contexto”.
“La supervisora dijo que nos preocupemos por la tiza y el pizarrón pero nosotras seguimos porque no basta con un curso, o que le digas al alumno que la droga es mala, eso ya lo saben los niños. Es como que le digas la droga es mala y le dejes la droga sobre la mesa. No vamos a parar hasta que los chicos tengan una alternativa”, añadió y reclamó al menos “un tinglado para que los chicos hagan deportes”.
Otra docente, Sandra Rodríguez, pidió por radio Noticias “que la planta política vea que los docentes estamos desamparados”.
“¿Cuántas veces una docente tuvo que llorar la pérdida de un alumno por recibir un tiro en la cabeza porque estaba metido en la venta de droga? Nuestros niños tienen que estar atendidos”, subrayó.