El escándalo por abusos sexuales en instalaciones de la Iglesia Católica amenaza con complicar la visita que el Papa Benedicto XVI realizará el próximo fin de semana a Malta.
El escándalo por abusos sexuales en instalaciones de la Iglesia Católica amenaza con complicar la visita que el Papa Benedicto XVI realizará el próximo fin de semana a Malta.
Unos 45 sacerdotes han sido acusados de haber abusado de niños y adolescentes, algunos de ellos en el Orfanato católico de San José, en Santa Many. Las víctimas ya han anunciado su intención de realizar una manifestación y otros actos de protesta durante la permanencia de Benedicto XVI en Malta.
“Pedimos al Papa un par de minutos a puertas cerradas para ayudarnos a superar este trauma”, dijo Lawrence Grech, en nombre de las víctimas.
Grech, un maltés de 37 años que asegura haber sufrido los abusos de un sacerdote en el orfanato, hace unos días escribió una carta la Vaticano exigiendo una disculpa por lo sucedido por parte del Papa durante su visita a Malta. “Debe reconocer que esas cosas ocurrían en Malta, reflexionar sobre el dolor de las víctimas y pedir formalmente perdón”, señaló.
Sin embargo, y hasta el momento, las autoridades vaticanas no han respondido siquiera a sus peticiones. El jefe de la Iglesia Católica ha dialogado ya con víctimas de abuso durante sus recientes viajes a Estados Unidos y Australia. Pero ahora, ante el compacto programa de su viaje a Malta, falta saber si el Papa permitirá incorporar a la agenda un encuentro con el grupo de hombres.
En tanto, por precaución, las autoridades de esa pequeña isla mediterránea han decidido reforzar la seguridad en vista de la visita de poco más de 24 horas que el Pontífice iniciará el sábado a la tarde.
Malta es uno de los países más católicos del mundo, donde el aborto y el divorcio son considerados ilegales.
En tanto, la policía en Malta se ha movilizado para contrarrestar acciones de grupos de manifestantes de diversas partes del mundo, en ocasión de su llegada a la isla.
Se teme a las manifestaciones, luego que en los últimos días, grandes carteles instalados en la isla por las autoridades maltesas para dar la bienvenida al Papa fueran saboteados. En los afiches fueron pintados a Benedicto XVI unos pequeños bigotes al estilo del Fhurer (en alusión al hecho de que en su adolescencia formara parte de las Juventudes Hitlerianas). También aparecieron en los carteles pintadas alusivas a los “pederastas”.
El trasfondo de este viaje del Papa es la rememoración del naufragio del apóstol Pablo en esa isla mediterránea, hace 1.950 años.
Por otra parte, en Inglaterra, redes sociales reúnen firmas para oponerse a la visita de Su Santidad, prevista para septiembre próximo. (Télam, Reuters y DPA)
Connivencia
Científicos de la Asociación Académica Británica piden detener al Papa por “connivencia con abusos cometidos por religiosos. En su visita a Inglaterra, en septiembre, Benedicto XVI no gozará de inmunidad ya que el Vaticano fue declarado Estado por el dictador Mussolini, lo que no es reconocido en la ley internacional”.