El United Auto Workers (UAW), el sindicato de los trabajadores de la industria automotriz de EEUU, amplió sus huelgas contra los fabricantes de Detroit General Motors (GM) y la matriz de Fiat y Chrysler, Stellantis , pero mantuvo su huelga de Ford limitada a una sola planta debido a avances logrados con esta empresa. De esta forma, la huelga se extiende y ya suma más de 18.000 trabajadores. La demanda central de la UAW es un aumento de salarios en consonancia con las ganancias que tuvieron las automotrices y la reducción de la semana laboral de 40 a 32 horas. Las empresas aducen que necesitan de los fondos acumulados para afrontar la costosa transformación para fabricar autos eléctricos. Este cambio tecnológico conllevará otro conflicto: la fabricación de autos eléctricos emplea muchos menos trabajadores que la industria convencional. La huelga coincide con el vencimiento del convenio colectivo el pasado 14 de septiembre. Las negociaciones para el nuevo convenio no llegaron a un acuerdo y el sindicato debió optar por la huelga.
El sindicato de trabajadores automotrices inició ayer huelgas en 38 centros de distribución de repuestos en todo Estados Unidos de GM y Stellantis, extendiendo sus huelgas simultáneas sin precedentes que comenzaron con una planta de montaje de cada una de las “Tres de Detroit”. Las instalaciones adicionales agregaron alrededor de 5.600 trabajadores a los 12.700 que ya estaban en huelga. La UAW tiene unos 150 mil afiliados en todo el país, de modo que los que están en conflicto son una minoría.
El presidente de la UAW, Shawn Fain , en un acto en vivo en Facebook, dijo que al sumar los centros de distribución, la huelga se convierte en un “evento a nivel nacional”. Fain dijo a los periodistas que esperaba que las negociaciones continuaran durante el fin de semana. El anuncio fue manejado cuidadosamente por el sindicato, dejando a oscuras a los fabricantes sobre qué instalaciones podrían verse afectadas a continuación. Muchos analistas habían asumido que los próximos objetivos serían las plantas que construyen los vehículos más rentables de las empresas. Pero por ahora no están en conflicto.
En cambio, Fain dijo que la decisión sobre la huelga ampliada afectaría a los consumidores que intentan obtener repuestos. “Estaremos en todas partes, desde California hasta Massachusetts, desde Oregón hasta Florida. Stellantis y GM en particular van a necesitar hacer un cambio serio” de actitud, afirmó. Fain agregó que tienen más trabajo por hacer en Ford, pero “queremos reconocer que Ford está demostrando que se toman en serio la idea de llegar a un acuerdo”. Las acciones de Ford subieron un 2,3% ayer por la tarde.
La UAW amenaza con más huelgas en las plantas de piezas críticas de Stellantis en su ciudad natal de Kokomo, Indiana. Stellantis tiene cuatro fábricas en Kokomo que fabrican motores y transmisiones que se utilizan ampliamente en toda la línea del fabricante. Stellantis ha dicho que quiere poder consolidar y cerrar algunos de sus centros de distribución de repuestos.
Biden, invitado al piquete
Fain invitó al presidente Joe Biden a asistir a los piquetes, junto con otros políticos, amigos y familiares. El presidente demócrata ha expresado su apoyo a las demandas del sindicato por mejores salarios y beneficios, en especial la reducción de la semana laboral. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se negó a decir si Biden visitaría un piquete, pero dijo que “aprecia que Shawn Fain lo haya invitado”. La invitación del UAW a Biden es notable, dado que el sindicato aún no lo ha respaldado en las próximas elecciones. La manifestación de apoyo a la candidatura del postulante demócrata es una tradición de los sindicatos estadounidenses.
El expresidente Donald Trump, que busca un nuevo mandato, estará en Michigan la próxima semana para hablar con los trabajadores sobre la huelga. Fain dijo que Ford había mejorado su oferta de contrato, incluyendo aumentar la participación en las ganancias y permitir que los trabajadores hicieran huelga por el cierre de plantas, pero dijo que el sindicato todavía tiene “problemas serios” con Ford. Ford también acordó convertir a los empleados temporales con al menos 90 días de empleo en empleados de tiempo completo tras la ratificación del acuerdo.
GM informó en un comunicado que los líderes del UAW están “manipulando el proceso de negociación para sus propias agendas personales” y calificó la escalada de huelgas como “innecesaria”. Stellantis dijo que hizo una “oferta muy competitiva” y que cuestiona “si los líderes del sindicato alguna vez han tenido interés en llegar a un acuerdo de manera oportuna. Parecen más preocupados por seguir sus propias agendas políticas”.
GM, que dijo que tenía planes de contingencia que no especificó para proteger a su negocio y a sus clientes, dijo que había hecho cinco ofertas distintas al sindicato. Ford dijo que continúa negociando y agregó que “tenemos más trabajo por delante antes de que podamos llegar a un acuerdo”.
Casi 13.000 trabajadores del UAW hacen huelga en las plantas de Missouri, Michigan y Ohio desde el 15 de septiembre. Esas plantas producen el Ford Bronco, el Jeep Wrangler y el Chevrolet Colorado, junto con otros modelos populares.
El analista del mercado automotor Daniel Ives cree que esta última medida del UAW marca una ruptura en las conversaciones con los fabricantes. “El acuerdo actual es un torpedo para los modelos de negocio de los Tres de Detroit”, afirma. “Aceptar un acuerdo sólo para evitar una huelga y lograrlo es fantástico durante las próximas 24 horas, pero será una pesadilla durante los próximos 30 años”.
Sam Fiorani, vicepresidente de pronóstico global de vehículos de AutoForecast Solutions, dijo que la estructura familiar de Ford le da un enfoque diferente al de las otras dos. “GM y Stellantis están analizando el valor para las acciones y Ford está mirando a un plazo mucho más largo y tienen que hacerse amigos de los trabajadores”.
El enfrentamiento está alimentando las preocupaciones sobre una huelga prolongada que podría perturbar la producción y afectar el crecimiento económico de Estados Unidos. Una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el jueves mostró un apoyo significativo de los estadounidenses a los trabajadores automotrices en huelga.
Fain ha dicho que los fabricantes de Detroit no han compartido una cantidad suficiente de sus ganancias con los trabajadores y al mismo tiempo han enriquecido a los ejecutivos e inversores. El presidente de GM, Mark Reuss, rechazó esta semana esas afirmaciones, diciendo que la oferta actual al sindicato sería generosa y que las ganancias de la compañía se han reinvertido en la transición a los vehículos eléctricos. Los fabricantes de automóviles han propuesto aumentos del 20% en cuatro años y medio, mientras que el UAW busca un 40% en ese mismo lapso.
El sindicato también quiere eliminar las diferencias salariales que separan a los empleados nuevos y a los antiguos, así como a los trabajadores en ciertas operaciones de componentes y en las plantas de ensamblaje. Fain dijo ayer que el sindicato había negociado la eliminación de niveles salariales más bajos en algunas instalaciones de Ford y GM. Pero Stellantis no ha aceptado aumentar los salarios en esa operaciones, agrega Fain.
Por primera vez en la historia, el sindicato United Auto Workers (UAW) esta vez llamó a la huelga a los trabajadores de tres plantas de General Motors (GM), Ford y Stellantis. Los tres grandes fabricantes llevan desde julio negociando cn la UAW un nuevo convenio colectivo que regirá las relaciones laborales durante los próximos cuatro años. El sindicato inició las negociaciones con una petición de suba salarial de 46% en 4 años, la reinstauración de jubilaciones tradicionales y la reducción de la semana laboral de 40 a 32 horas. Ford y GM han ofrecido aumentos salariales del 20% distribuidos en 4 años. Los huelguistas no reciben su salario mientras dura la medida de fuerza. El sindicato les paga 500 dólares semanales. Los que buscan un segundo empleo no pueden ganar más de 499 dólares semanales o pierden su “paga de huelga”, explica el diario local Detroit Free Press.