La cantante Sandra Mihanovich, quien fue sometida a una operación para trasplantar su riñón a una ahijada, evolucionaba hasta anoche "muy bien" de la intervención quirúrgica, según un parte médico del Hospital Alemán de la ciudad de Buenos Aires.
La cantante Sandra Mihanovich, quien fue sometida a una operación para trasplantar su riñón a una ahijada, evolucionaba hasta anoche "muy bien" de la intervención quirúrgica, según un parte médico del Hospital Alemán de la ciudad de Buenos Aires.
Tanto Mihanovich, de 55 años, como su ahijada de bautismo, Sonsoles Rey Obligado, de 35, "evolucionan muy bien" tras la operación efectuada el lunes, que permitió que la cantante donara un riñón.
La ley argentina impide la donación entre personas vivas que no sean familiares directos, con el propósito de impedir el tráfico de órganos. Por eso la cirugía necesitó de la autorización de un juez. En su planteo ante la Justicia, la artista manifestó que su único interés era "dar amor".
La sentencia otorgándole el derecho destacó "el motivo altruista" de Mihanovich, firmada por el juez federal Alejandro Nobili.
Ricardo Durlach, director del Hospital Alemán, apuntó que la intervención "se realizó por incisión tradicional sin complicaciones, con descenso de los valores de úrea y creatinina en la receptora, encontrándose ambas pacientes en condiciones de permanecer en piso".
Durlach, apoyándose en este caso en que "el riñón es donado por un donante vivo", aseguró que "aquellas personas que lo donan pueden vivir vidas sanas con el riñón restante".
La abogada Andrea Kaprielan, patrocinante de Sandra Mihanovich, destacó la actitud de la Justicia al considerar que actuó "con celeridad" al firmar la autorización.
La letrada dijo que la resolución "fue muy rápida". "Todos actuaron con claridad, con conciencia, con diligencia y han hecho todo lo que hay que hacer", al tiempo que llamó a "donar órganos" porque hacerlo "es dar vida".
Qué dijo la Justicia. La sentencia fue firmada el 30 de julio por el juez federal subrogante Alejandro Jorge Nobili. Según el fallo, "está acreditada la relación de profunda amistad y familiaridad entre la donante y la receptora y su familia", pues "queda comprobado que la señora Mihanovich es la madrina de bautismo de la receptora".
"Ese lazo, las declaraciones de los testigos y las de personas directamente involucradas dejan luz sobre el motivo altruista del acto, la solidaridad en que se funda y su gratuidad", destacó la sentencia.
En el expediente intervinieron peritos médicos y psiquiátricos, que acreditaron que Mihanovich era una paciente apta como donante, que el transplante razonablemente no le causará un grave perjuicio a su salud y que existen perspectivas de éxito para conservar la vida y mejorar la salud de la receptora.
Al firmar la autorización para la cirugía, el juez Nóbili notificó al Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) para que incorpore a la receptora en la lista de espera de trasplantes renales.
El magistrado se permitió opinar que el celo por evitar favores o pagos indebidos que enturbien la donación de órganos generó en el país una postura legislativa y doctrinaria "claramente restrictiva" para considerar excepciones que permitan mejorar la calidad de vida de muchos enfermos, como en el caso en que le tocó actuar.
Los pacientes con insuficiencia renal aguda son numerosos en el país. En general, se trata de enfermos que deben someterse a tratamientos con diálisis varias veces por semana, y que con el paso del tiempo su estado general de salud tiende a deteriorarse. Se estima que casi 27 mil personas mantienen tratamientos con diálisis.