El huracán Dorian, de categoría 5, la máxima en la escala Saffir Simpson, tocó tierra ayer en las islas Abaco, en el noroeste de las Bahamas, donde aún no se reportaron víctimas pero sus habitantes pedían "por favor recen por nosotros" en un video difundido en redes sociales que mostraba la virulencia del fenómeno calificado como "catastrófico" por las autoridades.
El huracán, el segundo más devastador que alcanzó el archipiélago caribeño, enfilaba anoche hacia la isla Gran Bahama, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El huracán se ubica a 150 kilómetros al este de Freeport, en la isla Gran Bahama, y a unos 280 kms al este de West Palm Beach, en el sur de Florida, aseguró la agencia EFE.
"Se espera que Dorian siga siendo un huracán catastrófico durante los próximos días", señaló el centro meteorológico, y agregó que el huracán redujo su velocidad de traslación a 7 kilómetros por hora, lo que "prolonga sus efectos devastadores".
La marejada ciclónica "potencialmente mortal" elevará los niveles del mar hasta 7 metros sobre el normal de la marea en las Islas Abaco y Gran Bahama, cuyas costas recibirán "grandes y destructivas olas" por "varias horas".
El huracán "se moverá peligrosamente cerca de la costa este de Florida a partir de mañana por la noche y hasta el martes por la noche", señaló el NHC.
El ciclón ha ganado tamaño y sus vientos huracanados se sienten hasta unos 75 km desde su centro y sus vientos con fuerza de tormenta tropical hasta unos 220 kilómetros.
Las fuertes lluvias dejarán en el noroeste de Bahamas hasta 60 centímetros de acumulaciones de agua y en las Carolinas hasta 25 centímetros, mientras que en las islas centrales de Bahamas y la costa atlántica de Florida y Georgia se registrarán hasta unos 10, lo que podría provocar riadas en todos los casos.
Tras dejar atrás este archipiélago, los pronósticos mantienen que antes de llegar al litoral estadounidense el ojo de Dorian virará con dirección noroeste mañana e inicie un recorrido por la costa de los estados de Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte, mientras paulatinamente va perdiendo algo de fuerza.
Más temprano, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que rezó por los habitantes de las Bahamas, y pidió que se "presten atención a todas las advertencias y órdenes de evacuación de las autoridades locales". "Oré por la gente en las Bahamas", expresó Trump en la red social Twitter.
Por su parte, el cónsul argentino en Miami, Leandro Fernández Suárez, aseguró ayer que "la situación (en la ciudad) es más tranquila que en días pasados", después de que ayer se modificaran los pronósticos sobre la trayectoria del huracán Dorian, que "no tocaría las costas de la Florida sino que se desviaría hacia el norte". "Los últimos pronósticos dicen que no tocaría las costas de la Florida, sino que se desviaría al norte", agregó el diplomático.