Al menos 74 personas murieron y cerca de mil resultaron heridas tras un partido de fútbol celebrado ayer entre los equipos de Al Ahli y Al Masri en la ciudad de Port Said, una ciudad portuaria al nordeste de Egipto. "Las muertes fueron provocadas por asfixia y por fracturas graves", dijo Hassan al Isnawi, director del hospital central.
"Esto es la guerra, no fútbol", dijo el médico del equipo de Al Ahli. El encuentro había sido calificado como el "partido de la revancha". El Al Masri (de Port Said) se impuso 3 a 1 al Al Ahli, uno de los equipos más importantes y conocidos de Egipto y que llevaba mucho tiempo sin sufrir una derrota.
El entrenador portugués del Al Ahli, Manuel José Jesús, dijo haber visto decenas de muertos e indicó que numerosos hinchas heridos fueron atendidos por los médicos de su club, y que de hecho muchos murieron en los vestuarios.
"La culpa la tiene únicamente la policía. Había decenas (de policías) en el estadio, pero todos desaparecieron de repente o no hicieron nada", manifestó indignado el técnico tras los incidentes en una entrevista telefónica con la cadena televisiva portuguesa SIC.
El delantero más famoso de Al Ahli, Abou-Treika, se mostró conmocionado por la tragedia y en una llamada telefónica a la televisión de su club, relató: "Un hincha acaba de morir en el vestuario, al lado mío. Esto no es fútbol, esto es una guerra y la gente está muriendo frente a nosotros, no hay movimiento, ni seguridad, ni ambulancias".
Varios testigos dijeron que los problemas comenzaron cuando hinchas del Ahli mostraron carteles con insultos hacia Port Said y un simpatizante de ese equipo ingresó a la cancha con una barra de hierro.
Los hinchas del Al Masri reaccionaron ingresando al campo de juego, donde atacaron a los futbolistas del equipo rival. Después se dirigieron a las tribunas para agredir a los simpatizantes del Ahli.
La mayoría de los muertos eran personas que quedaron atrapadas en la huida de la multitud asustada o quienes cayeron desde las gradas, dijeron testigos.
Las imágenes de televisión mostraron a los hinchas dentro de la cancha persiguiendo a los futbolistas del conjunto visitante luego de que el árbitro finalizara el encuentro.
El presidente de la junta militar que gobierna el país, Mohamed Hussein Tantawi, ordenó el envío de dos helicópteros al estadio de Port Said para evacuar a los hinchas y jugadores del equipo visitante, dijeron fuentes militares.
En tanto, el presidente de la Fifa, Joseph Blatter, expresó su consternación por la tragedia. "Este es un día negro para el fútbol. Esta situación catastrófica es inimaginable y no debería ocurrir", dijo.
Albadry Farghali, miembro del Parlamento en representación de Port Said, acusó a los funcionarios y las fuerzas de seguridad de permitir el desastre, señalando que aún tienen lazos con el gobierno del presidente Hosni Mubarak, derrocado hace un año.
"Las fuerzas de seguridad permitieron esto. Los hombres de Mubarak siguen gobernando. La cabeza del régimen cayó pero toda su gente sigue en sus posiciones", dijo en un mensaje televisivo.
Otro partido en la ciudad de El Cairo fue detenido por el árbitro después de recibir la noticia de la violencia que se producía en Port Said, lo que llevó a los aficionados a incendiar el estadio, según pudo verse en una emisión televisiva. (Reuters, AP y DPA)
Antecedentes
La tragedia en el estadio de la ciudad egipcia de Port Said tiene luctuosos antecedentes.
►24 mayo de 1964. Fallecieron 301 aficionados en el Estadio Nacional de Lima en un partido Perú-Argentina.
►23 junio de 1968. Murieron 71 personas y otras 150 resultaron heridas en Buenos Aires, en un partido entre el River Plate y el Boca Junior. Fue conocida como “la tragedia de la Puerta 12”.
►20 octubre de 1982. Murieron 340 hinchas y otros 1.000 resultaron heridas tras la avalancha en el estadio Lenin de Moscú, durante el partido entre el Spartak moscovita y el Haarlem holandés.
►9 mayo de 2001. Al menos 130 personas mueren en la capital ghanesa durante el encuentro entre el Accra Hearts y el Kumasi Ashanti por el pánico del publico asistente ante los enfrentamientos de las aficiones.