Londres.- Maddie desapareció hace tres años sin dejar huellas, pero sus padres no
se dan por vencidos: en un nuevo aniversario, Gerry y Kate McCann se dirigen nuevamente a la
opinión pública mediante un video y una entrevista a modo de recordatorio de su hija, desaparecida
el 3 de mayo de 2007 en Portugal.
Mediante la ayuda de su investigador privado, los McCann creen haber encontrado nuevas pistas.
Apuntan a que la Policía reanude las búsquedas. “Nuestro investigador privado obtuvo nuevas
informaciones que deben ser analizadas y hay otras áreas donde puede haber indicios
significativos”, dijo el padre, de 41 años, en el Reino Unido.
El hombre se queja amargamente de que las policías portuguesa y británica ya no investiguen el
caso. “La pregunta es si se hizo todo lo posible. Y la respuesta es: no”. Hay muchos
rastros, opina Gerry y agrega: “Debemos ser realistas. No tenemos la misma capacidad que la
policía de seguir esos rastros”. En su opinión, es inaceptable que las autoridades se hayan
dado por vencidas.
Madeleine desapareció poco antes de su cuarto cumpleaños de su habitación en un complejo
vacacional de Algarve, en el sur de Portugal, mientras sus padres cenaban en un restaurante.
Desde entonces, los McCann iniciaron una campaña pública internacional, que los llevó de Estados
Unidos a Bruselas y de allí hasta el Papa. Luego de declarar a los mismos padres como sospechosos,
la Policía portuguesa abandonó las investigaciones en julio de 2008.
Si Madeleine fue secuestrada, si aún está viva o si murió... nada está aclarado tres años
después de su desaparición. El nuevo video, que fue presentado por primera vez en enero en ocasión
de los 1.000 días de la desaparición de Maddie, y que será difundido masivamente este lunes,
muestra una foto inédita de la niña. Se la ve con sombra azul en los ojos y un lazo rosado en el
cabello.
La grabación breve muestra las búsquedas de sus padres en Portugal y en la localidad natal de la
niña, Rothley. Cierra con las palabras: “Gracias por no haber abandonado a Madeleine. Juntos
podremos traerla de vuelta a casa”.
Desde instancias tempranas, la Policía portuguesa dio por sentado que Madeleine estaba muerta.
Los padres ganaron un juicio iniciado al entonces jefe investigador Gonçalo Amaral, quien publicó
un libro en el que asegura que Madeleine había muerto ya en la habitación que compartía con sus
padres.
Los padres se siguen aferrando a la esperanza y prosiguen la búsqueda. “No nos daremos por
vencidos hasta que te encontremos”, prometen a su hija.
Entretanto pudieron volver a disfrutar otra vez de sus vidas, relata la madre, Kate, de 42 años,
asegurando que eso es bueno tanto para Madeleine como para sus hermanas Sean y Amelie, de cinco
años.