Una multitud de devotos acudió ayer a los santuarios donde se veneran las advocaciones a la Virgen para celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, una de las principales de la grey católica.
Una multitud de devotos acudió ayer a los santuarios donde se veneran las advocaciones a la Virgen para celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, una de las principales de la grey católica.
La basílica de Luján, en la provincia de Buenos Aires, y los santuarios de Itatí (Corrientes), de Nuestra Señora del Valle (Catamarca), de la Virgen Desatanudos en el barrio porteño de Agronomía, y en honor de María del Rosario, de la ciudad bonaerense de San Nicolás, fueron algunos de los lugares elegidos por los fieles para pedir y agradecer a la madre de Jesús.
El tributo mariano se repitió en los más de 80 templos del país dedicados a la Inmaculada, fiesta que también coincide con las patronales de las arquidiócesis de Resistencia y La Plata, y de las diócesis de Concepción, Concordia, Villa de la Concepción del Río Cuarto, Villa María, Quilmes, San Roque y Venado Tuerto.
Virgen Morena. En Catamarca, más de 50 mil peregrinos llegaron a la capital provincial desde provincias y países vecinos, marco para la procesión con la imagen de la Virgen Morena del Valle, desde la Universidad Nacional de Catamarca hasta el Paseo de la Fe.
En tanto, miles de devotos peregrinaron a pie, a caballo y en bicicleta al santuario de Nuestra Señora de Itatí, ubicado a 270 kilómetros de la capital de Corrientes, para homenajear a quien es considerada "la madre del nordeste argentino".
Allí, el obispo de Posadas, Juan Martínez , presidió una misa por salud y trabajo, previo rezo de mil Avemarías en una vigilia con serenata mariana.
Desatanudos. El santuario de la Virgen Desatanudos o Nuestra Señora que Desata los Nudos, como prefieren los sacerdotes "para que María no se junte con Satán", reunió según las estimaciones a más de 40 mil personas en el barrio porteño de Agronomía, deseosas de tomar el cuadro traído de Alemania por iniciativa del cardenal Jorge Bergoglio.
En Rawson, provincia de Chubut, el sacerdote Juan Corti, el cura gaucho de 83 años, bendijo los pétalos de flores y el agua que esparcieron ayer a la tarde sobre los fieles que acudieron al santuario del Mar y de la Paz de la Virgen de Schoenstatt, tradición que se repite desde 1996.
En San Nicolás. También fue multitudinaria la afluencia de fieles al santuario bonaerense de la Virgen del Rosario de San Nicolás y en el templo de La Reducción, en la ciudad tucumana de Lules, donde el arzobispo Luis Villalba presidió la misa. Pan, trabajo y salud fueron los principales ruegos repetidos, aunque muchos fieles dijeron acudir en busca de consuelo y milagrosas curaciones.
Otros, en su mayoría jóvenes, decidieron peregrinar a pie a la basílica bonaerense de Luján, donde se venera a la patrona de Argentina, en una marcha de fe espontánea y sin organización eclesiástica, cuyas alternativas pudieron seguirse por una cadena de radios católicas. (DyN)