Ecuador, país considerado un narcoestado edificado en los últimos años con cárteles operando incluso desde las cárceles, se encuentra cada vez con mayor frecuencia en la convergencia de dos comercios globales: plátanos y cocaína.
Ecuador, país considerado un narcoestado edificado en los últimos años con cárteles operando incluso desde las cárceles, se encuentra cada vez con mayor frecuencia en la convergencia de dos comercios globales: plátanos y cocaína.
La nación sudamericana es el mayor exportador de plátano a nivel mundial, enviando alrededor de 6,5 millones de toneladas al año por vía marítima. También se ubica entre los principales productores de cocaína del mundo, Perú y Colombia.
Un informe de la agencia noticiosa Associated Press (AP) comienza revelando que los narcotraficantes han encontrado en los contenedores repletos de bananos el vehículo perfecto para contrabandear su producto.
AP luego considera que la infiltración de los narcotraficantes en la industria responsable de alrededor del 30% de los plátanos a nivel mundial ha contribuido a una oleada sin precedentes de violencia en lo que alguna vez fue una nación pacífica. Tiroteos, homicidios, secuestros y extorsiones se han vuelto en parte de la vida diaria, en especial en la ciudad portuaria de Guayaquil, un centro bananero en el Pacífico.
“Todos tienen responsabilidad. El que la transporta, el que la compra, el que la consume”, dijo a AP la vendedora Dalia Chang, una residente de Guayaquil de 59 años, refiriéndose al contrabando de cocaína. “Todos tienen su parte. Han desecho a nuestro país”.
El país, el cual no es un importante productor de cocaína, se vio particularmente sacudido cuando un candidato presidencial conocido por su dura postura contra el crimen organizado y la corrupción —Fernando Villavicencio— fue asesinado a disparos al terminar un acto de campaña el 9 de agosto. Días antes, Villavicencio había acusado al grupo delictivo ecuatoriano de Los Choneros, al que vinculó con el Cártel de Sinaloa de México, de amenazarlo a él y a su equipo de campaña.
Además de su cercanía con la producción de cocaína, los cárteles de México, Colombia y los Balcanes se han establecido en Ecuador debido a que usa el dólar como moneda y tiene leyes e instituciones débiles, así como una red de grupos delictivos establecidos, como Los Choneros, que están ansiosos de trabajar.
Las autoridades señalan que Ecuador también ganó importancia en el comercio global de cocaína después de los cambios políticos que se han dado en Colombia en la última década. Los campos de coca en Colombia se han ido moviendo más cerca de la frontera con Ecuador debido al desmantelamiento de grupos delictivos tras la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en 2019.
Casos demostrados
En 2021 se produjo una cantidad récord de 2.304 toneladas de cocaína a nivel mundial, la mayoría de ellas en Colombia, Perú y Bolivia. Ese año, casi una tercera parte de la cocaína incautada por las autoridades aduanales en el oeste y centro de Europa provenía de Ecuador, el doble de la cantidad reportada en 2018, según Naciones Unidas con datos de la Organización Mundial de Aduanas. La confiscación de grandes cargamentos de narcóticos se ha vuelto más frecuente, y en el último mes las autoridades europeas han incautado cifras récord después de inspeccionar cargamentos de bananos provenientes de Ecuador.
El 25 de agosto, España dio a conocer el mayor incautamiento de cocaína a la fecha: 9,5 toneladas ocultas entre cajas de bananos ecuatorianos en un contenedor refrigerado. Holanda también llevó a cabo el mayor confiscamiento de cocaína en la historia del país el mes pasado —casi 8 toneladas— en un contenedor de plátanos ecuatorianos. Las autoridades en Grecia e Italia también anunciaron haber incautado cocaína oculta en envíos de bananos de Ecuador.
Cómo se trafica
Los plátanos que son enviados a Europa se empaquetan en los plantíos, se colocan en camiones que los llevan a enormes almacenes en la zona de Guayaquil y se les transfiere a contenedores marítimos con dirección a la zona de puertos. Luego el buque parte rumbo al noreste hacia el Canal de Panamá, llega al mar Caribe y atraviesa el Atlántico.
Con o sin su conocimiento, los productores, exportadores, corporaciones de envío, operadores de puertos, compañías privadas de seguridad, agentes aduanales, funcionarios de agricultura, policías y compradores ofrecen oportunidades que han sido explotadas por los narcotraficantes.
Algunos traficantes han creado compañías fachada que se hacen pasar por exportadores legítimos de plátanos, mientras que otros han adquirido negocios legítimos, incluidos plantíos. Han encontrado a compañías dispuestas a ser cómplices en el trasiego de cocaína. También han sobornado, amenazado o secuestrado a transportistas y otros trabajadores para ayudar a que la cocaína llegue a los cargamentos.
Otros traficantes han corrompido o intimidado a policías, agentes aduaneross, guardias de seguridad y trabajadores portuarios para que colaboren o ignoren, la manipulación de los contenedores.
Miles de asesinatos
El narcotráfico ha contribuido al número de muertes violentas en Ecuador, las cuales se han duplicado de 2021 a 2022, cuando 4.600 personas perdieron la vida, la mayor cifra registrada en un año. El país se dispone a romper nuevamente el récord, con 3.568 muertes violentas registradas en la primera mitad de 2023.
En Guayaquil, en donde los contenedores marítimos son parte del paisaje, la gente vive con miedo en estos días. Los transeúntes no se atreven a sacar sus teléfonos de sus bolsillos. Las tiendas de conveniencia tienen barrotes de metal de piso a techo para evitar que los clientes entren desde la acera. Los restaurantes que sobrevivieron a la pandemia cierran temprano.
Así como el aumento en el número de homicidios, también se ha incrementado la cantidad de cocaína incautada en los puertos del país hasta alcanzar las 77,4 toneladas el año pasado. La cifra es tres veces mayor a la cantidad confiscada en 2020.
El general de la Policía Nacional Pablo Ramírez, atribuyó el cambio al incremento de contrabando, no a una mejor seguridad.
Datos policiales también muestran que del total del año pasado, una cifra récord de 47,5 toneladas de cocaína fueron encontradas en cargamentos de bananas, a pesar de que las exportaciones de plátano se redujeron en 6,4% sobre 2021.
Actualmente no se revisa más del 30% de los contenedores en los puertos, de forma manual o con perros adiestrados en la detección de narcóticos. El gobierno del presidente Guillermo Lasso asegura que quiere utilizar escáneres en contenedores completos. Se supone que ya deberían estar en operación 12 de esos dispositivos, lo que aún no ha ocurrido.
Ramírez dijo que anticipa que todos los puertos tengan escáneres para mediados de 2024. Dijo que dos puertos han puesto a prueba el uso de escáneres para facilitar la transición de los procesos internos y capacitar al personal.
José Hidalgo, director de la Asociación de Exportadores de Banano, dijo que la industria enfrenta una mayor exposición al narcotráfico que la exportación de cualquier otro producto debido al volumen de contenedores que utiliza. “Es debido al banano la cantidad de puertos que hay”, dijo Hidalgo.