La perforadora T-130 llegó ayer a apenas 100 metros de los 33 mineros atrapados hace más de dos
meses a 700 metros de profundidad en el desierto chileno de Atacama, lo cual anticiparía su rescate
probablemente para pasado mañana, según anticipó un funcionario trasandino.
Cientos de personas arribaban ayer a la mina San José mientras carpas y
antenas satelitales eran instaladas, señal de una expectativa incontenible ante el rescate, que
podría ocurrir en los próximos días.
El avance de 53 metros de una de las perforadoras, que quedó a poco más
de 100 metros de distancia de los mineros, y la llegada del equipo encargado del operativo para
izar a los hombres atrapados a la superficie aumentaron ayer la esperanza de que el rescate se
concretará antes de lo previsto.
Fue la máquina T-130, a cargo del segundo plan de rescate, la que avanzó
53 metros en 16 horas entre ayer y anteayer para llegar a 519 metros sobre un total de 624 metros.
“Hemos avanzado 53 metros, alcanzando los 519 metros de avance en
la perforadora del segundo plan”, señaló André Sougarret, jefe de la operación de rescate, en
rueda de prensa.
No obstante esta máquina fue detenida durante algunas horas ayer, para
preparar su paso por una zona que el ingeniero consideró “de alto riesgo” pues avanzará
cerca de una galería o un espacio abierto al interior del cerro.
“Estamos a un metro de una galería, por lo tanto existe la
posibilidad de rompimiento de esa galería. Lo que estamos haciendo es bajar la velocidad de
perforación de manera tal de pasar suavemente y, una vez que lleguemos a los 535 metros, retomar el
ritmo que estamos llevando hasta el momento”, explicó.
“Todavía faltan 100 metros; viene una etapa difícil. En el pozo
anterior pasamos por una zona de falla, tenemos que pasar esta zona complicada, por lo tanto es
prematuro hablar del sábado” próximo para el final de la construcción del pozo, agregó
Sougarret en referencia a esa fecha, evocada por un funcionario.