Diversos grupos de ecologistas protagonizaron protestas ayer para presionar a
los líderes, incluyendo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a acordar un fuerte pacto
para combatir el calentamiento global en las conversaciones que mañana se inician en Copenhague,
Dinamarca.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, cuyo país es el cuarto mayor emisor
mundial de gas invernadero, anunció que asistiría a la cumbre para unirse a otros 104 líderes
incluyendo a Obama, en una señal de ha crecido el ímpetu para alcanzar un acuerdo.
En la capital danesa, delegados de 190 naciones se estaban agrupando para el
comienzo de la reunión que se mantendrá hasta el viernes 18.
Las mayores conversaciones climáticas de las Naciones Unidas (ONU) de la
historia están destinadas a elaborar un nuevo pacto para reducir el calentamiento global,
reemplazando el Protocolo de Kyoto de 1997.
Entre los actos de protestas realizados en distintas naciones europeas,
activistas alemanes disfrazados de líderes internacionales se sentaron ayer dentro de un gigantesco
acuario lleno de agua en Berlín, para resaltar el aumento global en el nivel de los mares,
glaciares en deshielo y Antártida.
Paralelamente, una manifestación de Greenpeace en París convocó a otras 1.500
personas. "Queremos el acuerdo más ambicioso que podamos conseguir en los diálogos sobre cambio
climático", dijo el secretario de Energía de Gran Bretaña, Ed Miliband, desde el lugar de la marcha
al canal de televisión BBC.
Dinamarca recibió con agrado la decisión del ministro indio Singh de asistir y
dijo que 105 líderes se le unirán inmediatamente.
"India es un país clave en los esfuerzos mundiales para afrontar el cambio
climático", dijo en una declaración el primer ministro danés Lars Lokke Rasmussen.
“Juntos estos 105 líderes representan el 82 por ciento de la humanidad, 89
por ciento del producto interno bruto mundial y el 80 por ciento de las emisiones actuales del
mundo”.
Agregó: “Si este grupo de líderes reunidos puede alcanzar acuerdos,
entonces sus decisiones pueden cambiar el curso del planeta”.
Anteayer, Obama desistió de hacer planes para hacer escala en Copenhague el 9 de
diciembre en camino a Oslo para recibir el premio Nobel de la paz y la Casa Blanca dijo que se
uniría a otros líderes mundiales el 18 de diciembre.
Pesimismo. Gobiernos y activistas recibieron con agrado el cambio, que ejerce
presión de un acuerdo para combatir las crecientes emisiones que la ONU dice que causarán
desertificación, deslaves, ciclones más poderosos, crecientes niveles de los mares y extinciones de
especies.
Pero un acuerdo es una posibilidad lejana.
China, India, Brasil y Sudáfrica esta semana rechazaron una sugerencia danesa de
establecer una meta de reducir a la mitad las emisiones mundiales para el 2050 al decir que las
naciones ricas que han quemado combustibles fósiles desde la revolución industrial deben cortar sus
propias emisiones en primer lugar.
Muchas naciones en desarrollo en reuniones preliminares en Copenhague se estaban
alineando con los cuatro países en oposición a la propuesta danesa, dijeron fuentes de la
delegación.
China es el mayor emisor mundial antes de Estados Unidos, Rusia e India.
La ONU dice que las naciones ricas deben aceptar profundos recortes de sus
emisiones de gas invernadero en el 2020 y aportar al menos 10.000 millones de dólares por año en
ayuda para que los pobres comiencen un acuerdo. También quiere nuevas medidas de naciones en
desarrollo para que desaceleren el aumento de sus emisiones.
En Londres, miles de personas se manifestaron ayer por un acuerdo sobre el
cambio climático en la cumbre mundial.
La Policía Metropolitana londinense dijo que unas 20.000 personas participaron
en la marcha organizada por la Coalición para Detener el Caos Climático, la cual comenzó en la
plaza Grosvenor Square y avanzó hasta el Parlamento, junto al río Támesis. Los organizadores
dijeron que fueron 40.000.
El primer ministro Gordon Brown dijo ayer que “las pruebas científicas
(relativas al calentamiento global) son sólidas” y que es esencial lograr un acuerdo en
Copenhague para contener las emisiones de gases causantes del efecto invernadero.
Agregó que los que se oponen son grupos “anti-cambio, anti-ciencia,
anti-reforma, casi de los que creen que la Tierra es plana”.