El Papa Francisco aseguró que "la propiedad privada es un derecho secundario" subordinado a "la destinación universal de los bienes", y reclamó "condiciones laborales decentes y dignas" para todos los trabajadores.
El Papa Francisco aseguró que "la propiedad privada es un derecho secundario" subordinado a "la destinación universal de los bienes", y reclamó "condiciones laborales decentes y dignas" para todos los trabajadores.
En momentos en que la actividad económica debiera aumentar al tiempo en que disminuye la amenaza de la pandemia, el Santo Padre también reivindicó el derecho de los trabajadores a organizarse en sindicatos, en un mensaje en video a la conferencia de la Organización Internacional del Trabajo, una agencia de la ONU con sede en Ginebra.
El Papa alentó a los empresarios a producir riqueza al servicio de todos. "La actividad empresarial es esencialmente una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos", sostuvo el Obispo de Roma recordando —como ya lo hizo en su encíclica Fratelli Tutti— que, junto al derecho de propiedad privada, "existe el derecho previo y precedente de la subordinación de toda propiedad privada al destino universal de los bienes de la tierra y, por tanto, el derecho de todos a su uso".
"La propiedad privada es un derecho secundario, que depende del derecho primario, que es la destinación universal de los bienes", aseguró.
Abogó además por un "nuevo futuro del trabajo fundado en condiciones laborales decentes y dignas, que provenga de una negociación colectiva y que promueva el bien común".
El Papa Francisco exhortó a que "en este momento crucial de la historia social y económica", debido a la pandemia, se produzca una "reforma a fondo de la economía" que proteja a los trabajadores, sobre todo, a los más vulnerables y a las mujeres.
Francisco indicó también que la reconstrucción de las economías tras el impacto del coronavirus debe apuntar a un futuro con "condiciones laborales decentes y dignas", que provengan de la negociación colectiva. Dijo que el "derecho de la sindicalización" es una de las protecciones fundamentales de los trabajadores.
"Es muy necesario garantizar que la asistencia social llegue a la economía informal y preste especial atención a las necesidades particulares de las mujeres y de las niñas", sostuvo.