Una mujer, cansada de los malos tratos que le propinaba su ex esposo, un empresario de la ciudad misionera de Oberá, difundió un video en el que se observa cómo es violentamente golpeada por el hombre.

Una mujer, cansada de los malos tratos que le propinaba su ex esposo, un empresario de la ciudad misionera de Oberá, difundió un video en el que se observa cómo es violentamente golpeada por el hombre.
El incidente que se puede ver en las imágenes pertenece a una agresión sufrida por Nancy Chamula un año atrás en una casa de repuestos de automóviles que atendía, por parte de su ex esposo.
La mujer, de 38 años, subió la filmación el lunes a YouTube cansada de los malos tratos que afirmó haber soportado durante 15 años y luego que el hombre volviera a agredirla el domingo último.
El reciente incidente se produjo a pesar de la existencia de tres causas penales tramitadas en un juzgado de instrucción de Oberá.
Chamula contó que se animó a realizar las denuncias luego de un largo tratamiento psicológico que le hizo ver que no era la culpable de los golpes y malos tratos. La pareja tuvo dos hijos.
Las imágenes que ya suman miles de visitas en YouTube la muestran a Chamula en un mostrador de una casa de repuestos de autos en la que trabajaba, y como, tras una discusión, su ex marido le aplica varios golpes con su mano derecha, aprovechándose de una notable diferencia física.
Sin un registro de audio de lo que hablan, la filmación los muestra a los dos hablando, luego un primer arrebato de él a los 30 segundos que no llega a la agresión física y sí luego, a los 60 segundos, las trompadas que le termina aplicando. Ambos, instantes después, forcejean al intentar ella tomar el teléfono del mostrador para efectuar una llamada.
Con relación a los incidentes del domingo, tuvieron lugar en la sede de un club náutico donde la mujer concurrió con sus hijos para pasar el día junto a una familia amiga. El club está pegado a la arenera propiedad de su ex marido.
Al anochecer, la víctima vio que su hijo conducía el cuatriciclo de su padre. Preocupada, se acercó y le pidió que dejara el vehículo, solicitud que fue aceptada por el menor, que sólo pidió permiso para volver hasta la arenera. La madre lo siguió con su automóvil, pero su ex marido habría reaccionado violentamente al verla.
Según la versión de Chamula, el hombre tomó su camioneta y comenzó a perseguirla hasta que logró interceptarla en cercanías del Escuadrón de Gendarmería, ya en la zona urbana de San Ignacio. "Me golpeó, me arrancó los pelos y después me puso una pistola en la cabeza, pero logré acelerar y zafar, si no me mataba", aseguró.
La angustia de Chamula se incrementó cuando llegó a la comisaría de San Ignacio para realizar la denuncia. "No me querían tomar la denuncia porque yo no sabía qué tipo de arma era y tampoco me hicieron la revisión médica. Así que cuando regresé a Oberá y radiqué la denuncia sí me constataron las lesiones con el examen médico policial", detalló.
Pese a las reiteradas agresiones y las denuncias que realizó, no tiene botón antipánico, ni custodia policial. Nancy aseguró que su temor es que "me mate" y dijo que su intención es que la denuncia pública "sirva para algo y si no es para mí, que sea para que las mujeres se animen a denunciar".
Por su parte, el secretario de Acceso a la Justicia del Poder Judicial de Misiones, Fabián Oudín, confirmó que el empresario Carlos Simon tiene varias causas judiciales por violencia de género, pero dijo desconocer el grado de avance que tenían los expedientes. Además, criticó a los policías que no quisieron tomarle la denuncia y dijo que podrían ser pasibles de una denuncia penal.
Campaña y alarmas encendidas en España
En España, donde los casos de violencia de género se multiplicaron los últimos años, funcionarios y especialistas salieron a alertar acerca de las secuelas. Una campaña que se desarrolla en las ciudades pone el acento en las "palabras que asesinan" y enumera: "puta, zorra, mala madre".
"Puta". Muchas administraciones han aprovechado el Día contra la Violencia de Género para resaltar un tipo de violencia psicológica que sigue escondido entre cuatro paredes, pese a los gritos y discusiones en las que viaja.
"No vales nada". Hay conductas que aparecen como escenas cotidianas y que someten a la mujer a un daño tolerado pero muy profundo. "Esa humillación constante lleva a la anulación de la propia persona", explicó Teresa Nagore, del Instituto de Navarra de Igualdad.
"Estás loca". Una de las mayores dificultades que tiene la lucha contra este tipo de violencia es la permisividad con la que se vive por parte de los demás. "Normalmente, las mujeres que sufren violencia psicológica pasan muchas veces por su centro de salud con síntomas como dolores de cabeza, de espalda, ansiedad... también tienen muchas bajas laborales", asegura Maribel Martínez, abogada especializada violencia de género.
"Vistes como una zorra". Martínez recomienda esmerarse por la prueba judicial. "Hay que guardar todo tipo de pruebas: e-mails, whatsapp... sabemos que un golpe se ve a primera vista y es fácil de probar, porque hay un informe médico. Los jueces están siendo sensibles a estas denuncias".
"Sin mí, eres una vieja". Lola pasaba los 40 cuando decidió que no podía escuchar más a su marido, un hombre de buena posición social, llamarla vieja, zorra, mala madre... inútil. Le controlaba el dinero, el móvil, la agenda y hasta las conversaciones telefónicas. El maltrato psicológico era sólo la punta del iceberg de lo que había sufrido y tardó dos años en poder verbalizarlo.
"Mala madre... te voy a quitar a tus hijos". Muchos padres les piden a los hijos que hagan fotos a sus madres, las espíen, les cuentan que papi quiere romper la familia... Para los psicólogos es dañino que los menores vivan en ese ambiente y aprendan conductas que los pueden convertir en potenciales víctimas o ejecutores.
"Eres una mierda". No hay cifras concretas de cuántas mujeres están sufriendo en España mismo maltrato psicológico, pero los profesionales aseguran que es una cuestión de machismo y que en un 99 por ciento de los casos es el principio de una espiral que acaba con un golpe.
"Llevas dos horas afuera... Si vuelves a salir, te mato". La violencia de control es aquella en la que los horarios, las amistades y la forma de vestir se convierten en armas arrojadizas. Son actuaciones consentidas por un 32 por ciento de hombres y 29 por ciento de mujeres.


