El fuerte temporal de lluvia y granizo que afectó a la provincia de La Rioja el fin de semana
causó la muerte de otras dos personas, como consecuencia de la gran crecida de ríos y arroyos
habitualmente de escaso caudal, con lo cual ya son tres las víctimas fatales que arrojó el fenómeno
meteorológico.
Rodrigo Quinteros, de ocho años, murió ayer a la mañana cuando jugaba a
la vera de un río del barrio La Sonámbula, una zona pobre de los suburbios de la capital, al caer
al agua y aparentemente quedar enganchado en el fondo.
“El niño cayó al agua y no volvió a la superficie”, indicó
el director de Seguridad de la policía de la provincia, Antonio Chumbita, quien precisó que
aparentemente el pequeño “se habría atascado en un tacho” que estaba en el fondo del
cauce. La cantidad de agua que atraviesa la ciudad de La Rioja por un tajamar fue de tal
envergadura que incluso levantó parte del pavimento de una obra que lleva adelante la municipalidad
en el río.
La otra víctima fue identificada como Diego Emmanuel Olguín, de 19 años,
quien fue arrastrado por la creciente mientras realizaba tareas rurales en una quebrada cercana al
dique Los Sauces.
El cuerpo de Olguín fue encontrado anteayer a la tarde por personal de
la policía provincial y de Defensa Civil.
Olguín y otras tres personas fueron sorprendidos en la zona de los
cerros por la creciente y mientras estos últimos pudieron ponerse a salvo, el joven fue arrastrado
y encontrado muerto horas después.
El temporal que azotó a la provincia el sábado a la noche había
producido un muerto, Enrique Nezman, de 33 años, además de heridos y daños materiales, como
voladura de techos de viviendas precarias, caída de árboles y de cables de luz y teléfono.
(DyN)