Las empresas chinas de telecomunicaciones Huawei y ZTE representan riesgos para la seguridad de la Unión Europea (UE), advirtió la Comisión Europea, que dejará de usar equipos de esas dos empresas. La UE llamó además a los 27 países miembros a restringir o excluir a las dos empresa chinas de la nueva red de 5 G. Europa comparte de este modo con EEUU, Japón y Canadá su rechazo a las empresas chinas, que consideran un “caballo de Troya” de China para espiar sus telecomunicaciones y eventualmente bloquearlas. China y EEUU están desde hace años en una creciente confrontación geopolítica en la cuenca del Pacífico.
La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, consideró en un comunicado “justificadas” las medidas ya adoptadas por varios países del bloque para restringir o excluir a Huawei y a ZTE del tendido de redes 5G. “Sobre la base de una amplia gama de información disponible, la Comisión Europea considera que Huawei y ZTE representan, de hecho, riesgos materialmente más elevados que otros proveedores de 5G”, subraya el documento. En consecuencia, la Comisión “tomará medidas para evitar la exposición de sus comunicaciones corporativas a redes móviles que utilicen Huawei y ZTE como proveedores”, agrega. “No podemos darnos el lujo de mantener dependencias críticas que podrían convertirse en un arma contra nuestros intereses. Sería una vulnerabilidad crítica y un riesgo demasiado grave para nuestra seguridad común”, afirmó el comisario europeo de Mercado Interno, Thierry Breton.
Hasta ahora el llamado era genérico, pero ahora se designa a Huawei y ZTE como “riesgo para la seguridad colectiva” Hasta ahora el llamado era genérico, pero ahora se designa a Huawei y ZTE como “riesgo para la seguridad colectiva”
Brasil, salomónico
Estados Unidos ejerce presión sobre sus aliados para excluir a las dos gigantes chinas de las redes de 5G, pero es evidente que la preocupación europea existe más allá de esa política de Washington. En América latina Brasil, abierto aliado de China desde que Lula tomó el poder en enero pasado, decidió tomar una medida salomónica para no quedar mal con Washington ni Pekín. Tendrá dos redes de 5G: una para uso general y otra para datos del Gobierno y militares, de la que se excluyó a Huawei. Una tácita admisión de que Huawei no es fiable para tratar datos sensibles.
La Comisión Europea había definido en enero de 2020 un estricto conjunto de reglas para actuación en el mercado de 5G, aunque sin mencionar a Huawei ni a ZTE ni la posibilidad de vetar el uso de sus equipos. Esa “caja de herramientas” incluía una recomendación para proteger las redes de telecomunicaciones 5G a fin de evitar actos de espionaje o sabotaje, así como la interferencia de terceros países. Sin embargo, se trataba entonces de una mera recomendación sin valor vinculante, y por ello no identificaba específicamente los equipos y empresas que presentaban riesgos. A partir de ahora, Huawei y ZTE están identificados por nombre y apellido. Este paso resultó de una investigación de la Comisión y la Agencia Europea de Ciberseguridad sobre la aplicación de esa “caja de herramientas” en los países miembros del bloque.
De acuerdo con Breton, hasta el momento diez de los 27 países de la UE habían seguido esas recomendaciones. El proceso “es demasiado lento y esto representa un riesgo a la seguridad colectiva de la Unión”, acotó. Como resultado de esta investigación, la Comisión recomendó que los países del bloque “impongan sin demora restricciones a proveedores de alto riesgo”. Huawei intenta diversificar sus fuentes de ingresos después de que las sanciones impuestas por Estados Unidos afectaran drásticamente sus negocios con equipos de telecomunicaciones y teléfonos celulares. Su oferta de 5G fue bloqueada en mercados clave como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Japón.
Huawei cuestionó la decisión de la UE. “La adopción de restricciones o exclusiones basadas en juicios discriminatorios presenta importantes riesgos económicos y sociales. Podría obstaculizar la innovación y distorsionar el mercado europeo”, dijo Huawei en un comunicado. La compañía china señaló que se “opone firmemente” a la decisión. “Es evidente que esto no se basa en una evaluación verificada, transparente, objetiva y técnica de las redes 5G. Etiquetar públicamente a una empresa como un proveedor de alto riesgo sin una base legal va en contra de los principios del libre comercio y podría aumentar los costos de inversión 5G en hasta miles de millones de euros, y tendrá que ser pagado por los consumidores europeos”.