Como si fuera salido del manual del contragolpe, el conjunto azul imprimió puro vértigo tras el golpe con los puños de su arquero. Más allá de lo dificultoso que fue sacar la pelota del área propia y traspasar los charcos de agua del campo, la bola se abrió a la izquierda y tras un balón largo y un taco en el medio, el buscapié le cayó en el segundo palo a Yair Guardia, quien decretó el resultado final.