El huracán Ida causó 91 muertos en El Salvador por deslaves e inundaciones a raíz de torrenciales lluvias remanentes de la tormenta que atacó la región esta semana.
El huracán Ida causó 91 muertos en El Salvador por deslaves e inundaciones a raíz de torrenciales lluvias remanentes de la tormenta que atacó la región esta semana.
A pesar de que la tormenta estaba lejos ya de Centroamérica, el sábado por la noche lluvias torrenciales remanentes golpearon El Salvador, donde 60 personas están desaparecidas sólo en el departamento central de San Vicente, informó el gobierno.
Las lluvias desbordaron ríos y arrastraron toneladas de lodo desde las montañas en cinco departamentos del país, que dejaron sepultadas a decenas de habitantes. Miles de personas estaban incomunicadas por el colapso de puentes e inundación de carreteras y en amplias zonas no había agua ni electricidad.
Una tragedia. El ministro del Interior, Humberto Centeno, dijo que el país vive "una verdadera tragedia" y que los rescatistas aún no han podido llegar a las zonas donde se teme que la situación es más grave.
Ida afectó Centroamérica esta semana, dejando miles de damnificados, y se aprestaba a atravesar el canal de Yucatán, que separa la península del mismo nombre del extremo oeste de Cuba.
Al golfo de México. El Ida ayer se fortaleció en el Caribe mexicano, frente a la península de Yucatán, y enfilaba hacia el golfo de México, en los Estados Unidos.
Los vientos máximos sostenidos de Ida, que alcanzó la categoría de huracán anteanoche, subieron a 160 kilómetros por hora, dijo el Centro de Huracanes de Estados Unidos, con base en Miami, en su reporte de las 12, hora de México.
El centro del huracán se ubicaba a 155 kilómetros al norte-noroeste de la isla de Cozumel, en el Caribe mexicano, sin tocar tierra, aunque provocaba ráfagas de lluvia y viento en la isla y otros famosos centros turísticos de la zona, como Cancún y Playa del Carmen.
En el estado mexicano de Quintana Roo, donde se ubica Cancún, no había aún planes de evacuación de turistas, pero habían desalojado a más de mil pobladores de la isla de Holbox, en el extremo norte de la península, y a un centenar de residentes de zonas bajas para los que se habían habilitado albergues temporales.
"Se mantiene un monitoreo permanente del meteoro. La población se mantiene en calma y se ha informado a los turistas", dijo el director de Protección Civil del estado, Luis Carlos Rodríguez.
Pese al viento y la lluvia, en los centros turísticos mexicanos servicios como transporte y restaurantes funcionaban normalmente y el aeropuerto de Cancún permanecía abierto.
El centro dijo había un alerta de huracán también para la costa estadounidense del golfo de México, donde se ubican instalaciones petroleras clave. El alerta abarcaba desde Isla Grande en Luisiana hasta México Beach en Florida.
“Se prevé que Ida atravesará el canal de Yucatán, que separa la península del mismo nombre de la costa oeste de Cuba, e ingrese al golfo de México”, dijo el centro.
Ida se convirtió en huracán por primera vez el jueves, frente a la costa de Nicaragua en el Caribe, antes de debilitarse sobre tierra. El sábado recobró su intensidad al regresar al mar.
El huracán, ubicado a 125 kilómetros de la punta oeste de Cuba, se movía hacia el noroeste a una velocidad de 17 kilómetros por hora, dijo el reporte.
A pesar del desastre ocurrido en El Salvador, no se reportaban situaciones similares en otros países centroamericanos como Guatemala, Honduras o Nicaragua.
México lanzó un alerta de huracán para la península, desde el balneario de Playa del Carmen hasta Cabo Catoche, al norte de Cancún. Un alerta significa que esperan condiciones de huracán dentro de las próximas 24 horas. (Reuters)
En Nicaragua
La tormenta descargó lluvias torrenciales a comienzos de semana en la costa Caribe de Nicaragua. Unas 5.300 personas permanecían aún en albergues y el presidente del empobrecido país, Daniel Ortega, dijo anteayer que pedirá préstamos por cerca de 4,4 millones de dólares para resarcir los daños. La producción cafetalera del país no fue afectada directamente por la tormenta, de acuerdo al consejo cafetero local.
Por Martín Stoianovich