Un revolucionario experimento con mosquitos transmisores de denguelogró reducir los casos de contagio en un 77%. Así lo anunciaron los científicos que llevaron a cabo el ensayo y que infectaron los mosquitos con una bacteria que reduce su capacidad de propagar la enfermedad.
La prueba se realizó en la ciudad de Yogyakarta, en Indonesia, y el plan es ampliarla con miras a que se pueda erradicar el virus. El equipo del Programa Mundial del Mosquito, una institución global que tiene como objetivo prevenir las enfermedades virales transmitidas por mosquitos, dice que el método podría ser la solución a un virus que se propagó por el mundo.
La enfermedad del dengue se convirtió en una lenta pero implacable pandemia y los casos aumentaron dramáticamente. Mientras en 1970 solo nueve países sufrían brotes graves de dengue, en la actualidad se registran hasta 400 millones de infecciones al año.
En las dos décadas del 2000 fue Sudamérica la región en la que más aumentó su incidencia, especialmente en Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela. En algunos lugares se le conoce también como la “fiebre rompehuesos”, por los fuertes dolores musculares y óseos que provoca.
En el ensayo experimental se utilizaron mosquitos infectados con la bacteria wolbachia, a la que una de las investigadoras, la doctora Katie Anders, describe como “milagrosa”. Lawolbachia no le hace daño al mosquito, pero se sitúa en las áreas de su cuerpo por donde el virus del dengue suele penetrar.
Así, compite con este por los recursos y hace mucho más difícil que el virus del dengue se reproduzca, reduciendo de esta manera las probabilidades de que el mosquito cause una infección. En el experimento se usaron cinco millones de huevos de mosquitos infectados con wolbachia.
Estos fueron depositados en cubos con agua repartidos por toda la ciudad. Renovaron los huevos cada dos semanas y el proceso para generar una población de mosquitos infectados tomó nueve meses. La ciudad de Yogyakarta fue dividida en 24 zonas y se liberaron los mosquitos en sólo la mitad de estas.
Con la liberación de estos mosquitos infectados los casos de dengue se redujeron en un 77% y el número de pacientes que requirió atención hospitalaria disminuyó en un 86%, según los resultados del experimento, publicados en la revista especializada New England Journal of Medicine.
“Es muy emocionante. El resultado es mejor de lo que esperábamos, para ser sincera”, le dijo la doctora Anders a la BBC. La técnica fue tan exitosa que los mosquitos han sido liberados por toda la ciudad y el proyecto se está llevando a las zonas aledañas con miras a erradicar el dengue de la región.
mosquitos99.jpg
Mosquitada: los charqueros y los culex fastidian en estos días, pero no transmiten el dengue.
La doctora Anders, quien también es directora de evaluación de impacto del Programa Mundial del Mosquito, describió el resultado como revolucionario. ”Creemos que puede tener un mayor impacto cuando se aplique en grandes ciudades de todo el mundo, donde el dengue es un inmenso problema de salud pública”.
La wolbachia también es “espectacularmente manipuladora” y puede alterar la fertilidad del organismo portador para asegurar que sea transmitida a la siguiente generación de mosquitos. Eso significa que, una vez la wolbachia se establezca, debería perdurar durante un largo tiempo y continuar protegiendo contra las infecciones de dengue.
Este método contrasta con otras formas de controlar la enfermedad, como el uso de insecticidas y la liberación de grandes cantidades de mosquitos machos estériles, que requieren de una constante actualización.
El ensayo experimental marca un hito, ya que la especie de mosquito que propaga el dengue, el Aedes aegypti, normalmente no se infecta de wolbachia. Estudios sobre modelos de propagación de enfermedades también vaticinan que la wolbachia, si se arraigara, podría ser suficiente para reprimir completamente el dengue.