En el contexto de la epidemia de dengue en Argentina y en gran parte de las Américas existen tres vacunas candidatas para su prevención -una en desarrollo, otra aprobada para quienes ya lo tuvieron y la tercera que está evaluando la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat)-, aunque el Ministerio de Salud y especialistas advirtieron que si bien “es una buena noticia” no serviría para “controlar el brote” actual por lo que llamaron a seguir trabajando en la eliminación de los criaderos de mosquitos y en identificar los signos de alarma.
“Hay tres vacunas. Una ya está registrada en Argentina, es una vacuna que sirve para personas que ya tuvieron dengue, hay que hacer un test previo y está registrada aquí pero no está disponible en el sector privado por decisión privada”, dijo la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Y continuó: “Hay una vacuna de Brasil, del Instituto Butantan, que está en desarrollo, y hay una tercera vacuna del laboratorio japonés Takeda, que está en la última fase de evaluación de Anmat. Seguramente en estos días vamos a tener novedades de esa evaluación”.
Vizzotti describió que “se trata de una vacuna que protege contra los cuatro serotipos de dengue y se aplican dos dosis cada tres meses” pero señaló que “si bien es una vacuna muy importante no es para este escenario porque no controla brotes”.
La primera vacuna a la que refirió la ministra es la Dengvaxia, desarrollada por el laboratorio Sanofi-Pasteur.
“La vacuna se aprobó en marzo de 2017 y se puso en stand by porque se evaluó que quienes la habían recibido sin infección previa, al contagiarse de nuevo tuvieron más casos de dengue grave versus los que recibieron la vacuna y ya habían tenido infección y se volvieron a infectar”, explicó a Télam el médico infectólogo Tomás Orduna.
En efecto, la última revisión que realizó la Anmat en noviembre de 2017 concluyó que “la vacuna ha demostrado ser segura y efectiva en población mayor de 9 años con inmunidad previa para dengue”.
Detalló que “los estudios analizados demuestran que es una vacuna eficaz para prevención de segundas infecciones y prevención de severidad en dichas infecciones. En zonas geográficas con baja seroprevalencia para dengue, su uso debería ser una indicación médica personalizada”.
Respecto de la vacuna del instituto Butantan (Butantan-DV), que va completando su fase III, cubriría los cuatros virus de dengue y en los resultados iniciales de fase 3 “mostró una eficacia general del 79,6% para prevenir la enfermedad”, en tanto que “no hubo casos de dengue grave o con signos de alarma durante los dos años de seguimiento de los voluntarios”.
Los resultados se refieren a análisis realizados entre febrero de 2016 y julio de 2021, por 16 centros de investigación en diferentes regiones de Brasil, incluidos 16.235 voluntarios de 2 a 59 años, que recibieron una dosis única de la vacuna.
La tercera es la vacuna Qdenga del laboratorio japonés Takeda, que analiza Anmat y que ya fue aprobada en Brasil, Indonesia y por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Qdenga es una vacuna que se basa en un virus vivo atenuado del serotipo 2 del dengue, que proporciona la “columna vertebral” genética para los cuatro serotipos del virus y está diseñada para proteger contra cualquiera de ellos.
En los ensayos clínicos de fase 3 la vacuna demostró una eficacia general del 80,2 % en la prevención de los casos de dengue sintomático 12 meses después de la vacunación y previno el 90,4 % de las hospitalizaciones 18 meses después de la inmunización.