Un pescador confesó haber matado a tiros a un indigenista, Bruno Pereira, y de un periodista británico, Dom Phillips, en una zona remota de la Amazonia brasileña. El pescador condujo a la policía a un lugar en el que se encontraron restos humanos. Luego fue detenido un hermano del pescador. El trabajo del ambientalista Pereira para detener la pesca ilegal en una reserva indígena había enojado a los pescadores locales, y este sería el motivo del doble crimen. La región, sobre las fronteras con Perú y Colombia, es extremadamente peligrosa: allí conviven pescadores ilegales, cazadores furtivos y narcotraficantes. El hallazgo puso fin a 10 días de suspenso en los que las autoridades habían buscado a los dos desaparecidos.
Fuentes policiales le dijeron al canal Globo que están investigando la participación de cinco sospechosos en el caso. La información reunida hasta ahora indica tres sospechosos directamente involucrados en la muerte del brasileño Bruno Pereira y el británico Dom Phillips; uno presuntamente implicado en el intento de ocultar los restos, ya recogidos por la Policía Federal, que podrían ser los del periodista y la víctima indígena; y un posible instigador.
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Patrullaje de militares por los ríos de la Amazonia brasileña donde asesinaron a los dos ambientalistas. La frontera con Colombia y Perú convierte a la región en muy peligrosa.
Los investigadores dijeron a Globo que hay indicios fuertes sobre los autores. Los agentes de policía siguen tratando de reunir más información sobre el presunto autor intelectual del crimen. El número de sospechosos cambia a medida que se añaden nuevas pruebas. Es posible que pronto se emita una tercera orden de detención, y ahora la investigación trata de aclarar si el caso está relacionado con delitos anteriores de los mismos sospechosos.
Por ahora, dos personas fueron detenidas como presuntos autores materiales: Amarildo da Costa Oliveira, conocido como "Pelado", quien confesó el crimen el miércoles, y su hermano Oseney da Costa de Oliveira. Ambos son pescadores.
El superintendente de la Policía Federal (PF) en el Amazonas, Alexandre Fontes, dijo en una conferencia de prensa que las investigaciones siguen siendo confidenciales y no es posible decir la motivación del crimen.
El periodista independiente Dom Phillips y el experto brasileño en medioambiente y grupos indígenas Bruno Pereira desaparecieron el 5 de junio, cuando realizaban una riesgosa travesía por la Amazonia occidental brasileña, cercana a las fronteras con Perú y Colombia. La zona es conocida por su peligro: hay bandas de cazadores furtivos, pescadores y madereros ilegales y nacrotraficantes. Estos traen la cocaína desde las dos naciones vecinas, que luego terminará en los grandes centros urbanos.
Las autoridades no dieron ninguna explicación inmediata sobre el motivo del doble asesinato, pero anteriormente sugirieron que el trabajo del ambientalista Pereira para detener la pesca ilegal en una reserva indígena había enojado a los pescadores locales.
Un investigador de la policía federal, Eduardo Alexandre Torres, señaló en una conferencia de prensa en la ciudad amazónica de Manaos que el sospechoso principal, Amarildo da Costa de Oliveira, conocido como "Pelado", confesó la noche del martes y detalló lo sucedido con las víctimas. En su relato, contó que usó un arma de fuego para matar a Pereira y a Phillips.
"No habríamos tenido forma de llegar a ese lugar tan rápidamente sin la confesión", apuntó Torres en referencia al sitio donde la policía, guiada por el pescador, recuperó restos humanos. Se espera que los restos sean identificados en los próximos días, y si se confirma que son los desaparecidos "serán devueltos a sus familias''. "Encontramos los cuerpos 3 kilómetros dentro de la selva'', dijo Torres, agregando que los agentes viajaron casi una hora y 40 minutos en barco por un río y caminaron durante 25 minutos por la selva para llegar al lugar señalado.
La familia de "Pelado" denuncia que él niega los hechos y que la policía lo torturó para obtener una confesión. Otro agente, Guilherme Torres, de la policía estatal de Amazonas, dijo que aún no se ha encontrado la embarcación en la que iban las víctimas, pero que la policía conocía la zona donde supuestamente la escondieron los implicados en el caso. "Pusieron costales de tierra en el bote para que se hundiera'', señaló. El motor del barco habría sido retirado antes, indicaron los investigadores.
Pereira había tomado licencia en la Fundación Nacional del Indio de Brasil, la agencia gubernamental encargada de la protección de los indígenas. Pereira "deja un inmenso legado para las políticas de protección de los pueblos indígenas no contactados y recientemente contactados'', dijo la FUNAI en un comunicado, calificándolo como "uno de los principales expertos del país'' en la materia. "Era considerado una referencia para colegas y pueblos indígenas, con los que construyó una relación de amistad a lo largo de los años''.
El presidente Jair Bolsonaro publicó el jueves un tuit para enviar "nuestras condolencias a los familiares y que Dios consuele el corazón de todos''. Bolsonaro ha sido un crítico frecuente tanto de los periodistas como de los expertos indígenas y su gobierno es acusado de permitir la explotación de la Amazonia de manera abusiva. Antes de que se descubrieran los cadáveres, Bolsonaro criticó a Phillips en una entrevista, diciendo que a los lugareños de la zona donde desapareció no les gustaba y que debería haber tenido más cuidado en la región.
UNIVAJA, una asociación indígena de la región del valle del Javarí, lamentó la pérdida de "dos compañeros" y añadió que solo tuvieron la ayuda y protección de la policía local.
Pereira, de 41 años, y Phillips, de 57, fueron vistos por última vez a bordo de su embarcación en un río cerca de la entrada del territorio indígena del Valle del Javarí, que linda con Perú y Colombia. La zona ha sido escenario de conflictos violentos entre pescadores, cazadores furtivos y agentes del gobierno.
El miércoles los periodistas vieron cómo los agentes de la policía federal llevaban a un sospechoso encapuchado que no identificaron por el río hacia los grupos de búsqueda de Phillips y Pereira. Los indígenas que estaban con Pereira y Phillips habían contado que el detenido y autor confeso, "Pelado" los amenazó con un rifle un día antes de las desapariciones.
Los equipos oficiales de búsqueda concentraron sus esfuerzos en torno a un punto del río Itaquai donde voluntarios del grupo indígena matis encontraron el sábado la lona del barco que usaban los desaparecidos. El domingo encontraron una mochila, una computadora y otros objetos personales sumergidos bajo el agua. La policía informó previamente que había encontrado restos de sangre en la embarcación de "Pelado".
Las autoridades señalaron que una de las líneas principales de la pesquisa sobre la desaparición apuntaba a una red internacional que paga a pescadores para que pesquen ilegalmente en la reserva del Valle del Javarí, que es el segundo territorio indígena más grande del país.
Pereira, quienfue director de la oficina local de la FUNAI, participó en varias operaciones contra la pesca ilegal. En ellas se suelen incautar o destruir las artes de pesca, mientras que los pescadores reciben una multa y son detenidos brevemente. Solo los indígenas pueden pescar legalmente en sus territorios.
Pero la policía no ha descartado otros motivos, como el tráfico de drogas. Tras la noticia de la recuperación de los restos humanos, la esposa de Phillips, Alessandra Sampaio, señaló que esto "acaba con la angustia de no saber el paradero de Dom y Bruno. Ahora podemos traerlos a casa y despedirlos con amor'', afirmó Sampaio en un comunicado. "Hoy comenzamos también nuestra búsqueda de justicia''. La esposa de Pereira, Beatriz Matos, expresó su dolor. "Ahora que los espíritus de Bruno se pasean por el bosque y se extienden sobre nosotros, nuestra fuerza es mucho mayor'', escribió en Twitter.