El servicio de subtes permanecía esta mañana paralizado a raíz de la huelga dispuesta por trabajadores en demanda del reconocimiento como gremio independiente de la Unión Tranviarios Automotor, lo que generaba complicaciones en el tránsito y tensión en algunas estaciones.
El delegado de la línea C Néstor Segovia, en declaraciones realizadas en la estación Constitución, acusó a la empresa concesionaria Metrovías de “generar una maniobra dolosa y tramposa al engañar al público diciendo que prestarían un servicio de emergencia cuando en verdad anoche retiraron todos los trenes”. En ese sentido, el gremialista señaló que, “en algunos casos, personal jerárquico (de la empresa) movió unos cinco metros los trenes para que el público creyera que estaban funcionando”.
En tanto, la empresa denunció que un grupo de personas se arrojó a las vías en la estación Plaza Miserere y que otro atacó una formación en la estación Carlos Pellegrini, lo que generó la interrupción de las líneas A y B durante el servicio de emergencia. A través de un comunicado, Metrovías “lamenta los inconvenientes que se generan por esta medida de fuerza” que se inició a las 5 de la mañana y que afecta a más de un millón de pasajeros.
Por su parte, el juez federal Ariel Lijo analizaba esta mañana una presentación realizada por la concesionaria, que pidió la intervención de la fuerza pública para garantizar el servicio. Mientras las bocas de acceso a las cabeceras de las estaciones se encontraban bloqueadas esta mañana por efectivos de la policía que no permitían el acceso del público, en los andenes de la estación Constitución permanecían congregados trabajadores y militantes de izquierda que apoyan la medida de fuerza por 24 horas.
En tanto, en el hall de la estación de trenes de Constitución manifestantes del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), que lidera Raúl Castells, bloquearon las boleterías, en solidaridad con los empleados del subte. “Estamos acá en apoyo a los trabajadores del subte, que cada vez que hacen una medida de fuerza les mandan patotas para agredirlos”, dijo el dirigente piquetero, quien aprovechó para reclamar por “mejores condiciones para los pasajeros del Roca”. Desde la UTA, el titular del gremio, Roberto Fernández, reclamó la intervención de las autoridades nacionales a través de sus organismos de seguridad, “para garantizar el derecho de trabajar” y sostuvo que “la ultraizquierda está utilizando este conflicto de inscripción gremial en subterráneos para generar caos y pone en peligro con sus actitudes la vigencia de la democracia”.
El paro de subtes se sintió fuerte en las principales avenidas porteñas, que durante la mañana se presentaban “cargadas y lentas”, debido al intenso caudal vehicular, informaron voceros de la Policía Federal y de los concesionarios de Autopistas Urbanas. Las demoras se registraban en especial en las zonas del Obelisco y en inmediaciones del Congreso, y se extendían en distintos tramos de las avenidas Leandro N. Alem, Córdoba, Santa Fe, Rivadavia, Entre Ríos y en ambas manos de la avenida 9 de Julio. (Télam)