Qué ironía, en un día como hoy y en plena pandemia de Covid que por protocolo impide estar cerca de los afectos, se celebra este viernes 21 de enero el Día Internacional del Abrazo.
Por Laura Vilche
Qué ironía, en un día como hoy y en plena pandemia de Covid que por protocolo impide estar cerca de los afectos, se celebra este viernes 21 de enero el Día Internacional del Abrazo.
¿Por qué? Porque en los años 80, en Estados Unidos, Kevin Zaborney, psicólogo por la Universidad de Michigan y con una maestría de la Universidad de Boston, consideraba que la gente estaba muy estresada en general, y planteaba que si se abrazaran con mayor frecuencia esto les ayudaría a mejorar su salud física, emocional y espiritual.
Y así fue como Zaborney logró que, desde 1986, cuando la empresa Chase distribuyó su Calendario de Evento Anuales, incluyera el Día Nacional del Abrazo, algo que más tarde cruzó fronteras. La Capital compila en este día algunos abrazos con historia.
Este gesto supone cordialidad y cortesía y según las variantes también se lo llama "achuchón" o "apretujón". Y los hay muchos más cercanos y tradicionales como los de escuelas de esta ciudad cuando la comunidad reclama derechos que pocos o nadie escuchan o atienden: gas, agua, seguridad, entre otras tantas cosas.
"Abrazo" allí es una forma de decir ya que en general docentes y alumnos hacen una ronda como símbolo de pedido, de lucha colectiva.
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Y también hay abrazos de la historia argenta, tal vez políticamente correctos, que han unido a quienes no se esperaba. Tal el caso del ex presidente Juan Domingo Perón y Ricardo Balbín quienes vivieron enfrentados, pero el 19 de noviembre de 1972, en la residencia de Gaspar Campos, se dieron el histórico abrazo.
O el más reciente, entre el ex presidente Mauricio Macri y el actual, Alberto Fernández, quienes escenificaron otro abrazo protocolar durante el cambio de mando presidencial, el 10 de diciembre de 2019, momento en que la ex presidenta Cristina De Kirchner optó por un claro y frío saludo de mano a su oponente político.
Documentos históricos dan cuenta que el abrazo ya se practicaba en la Mesopotamia de la Edad de Bronce, los países mediterráneos han creado todo un ecosistema social en torno al abrazo y sus primos hermanos, los besos en la mejilla.
A mediados del siglo XIX, a la novelista francesa George Sand le sorprendía lo efusivos que eran los españoles al abrazarse y lo muy arraigado que ese acto de comunicación no verbal estaba en esa cultura. Con el tiempo, esa expresión de intimidad y buena voluntad se acabaría exportando no solo a Francia, sino incluso a países mucho menos proclives al contacto físico, como los anglosajones.
Entre otros apretujones famosos está el que se dieron Messi y Cristiano Ronaldo en 2017 minutos antes de disputar un clásico entre el Barsa y el Real Madrid.
También ganó flashes el que se dieron los rivales del tenis Rafa Nadal y Roger Federer, en febrero de 2020, o el de los obispos de Roma antagónicos como Francisco I y Benedicto XV. Ambos se abrazaron en público, en marzo de 2013, para mostrarle al mundo la simpatía que se tienen en privado.