Somalia está sufriendo desde comienzos de 2021 su peor sequía en los últimos 40 años; circunstancia que agrava el conjunto de problemas que ya padece de manera habitual su población. La crisis climática mundial azota a este país del Cuerno de África desde distintos ángulos, y aunque su situación se hizo notar en la mayoría de los noticieros del mundo en las últimas semanas, la ayuda de la comunidad internacional se destaca por su ausencia. Mientras sus habitantes declaran que en las últimas décadas ya se detectaba un atraso en las temporadas de lluvia, hace más de un año que en Somalia no cae una gota de agua. La sequía extrema y el conflicto crónico en el país han generado ya 1 millón de desplazados por razones climáticas desde que comenzó la falta de lluvias, y amenaza con aumentar de 5 a 7 millones el número de personas que se enfrentan a niveles de hambre críticos.